Estas dos semanitas "largas" sin fútbol sirvieron para que la dirigencia de Unión y Gustavo Munúa, a través de su representante, comiencen a limar los detalles que seguramente llevarán a que se arregle la continuidad del técnico que arrancó hace poco más de un año y que firmaría otro vínculo por un año más.
Munúa se encuentra en Montevideo y durante el Mundial va a realizar algunos comentarios para una radio uruguaya, aunque no viajará a Qatar y su trabajo no le demandará mucho tiempo. Será convocado para dar sus impresiones de los encuentros que jueguen los seleccionados de Uruguay y Argentina.
Claro que bastante antes del final del Mundial, Munúa tendrá que estar de regreso en Santa Fe ya que el plantel volverá al trabajo en plena disputa del máximo certamen y, de acuerdo a lo que se viene señalando y se vislumbra, estaría todo dado para que el técnico siga al frente del plantel profesional.
Varios de los futbolistas que estaban a préstamo no continuarán en el club. Es el caso, entre otros, de Alvez, Peralta Bauer, Polenta y Agüero. Sigue en pie la situación de Santiago Mele, por el que Unión tiene tiempo hasta fin de año para hacer uso de la opción. Y también la de Leonel Bucca, que no arregló su contrato y queda libre a fin de año.
En este último caso, seguramente la opinión del técnico es positiva hacia la continuidad del volante, ya que si bien no lo utilizó demasiado, en algunas oportunidades lo hizo y Bucca respondió en la posición de doble cinco en la que siempre jugó. Desde su representación seguían esperando la respuesta del club a una contrapropuesta que se le realizó.
Desde la secretaría técnica, la continuidad de Munúa resulta esencial para continuar con el proyecto futbolístico. Si bien el proyecto debe estar por encima de los nombres, el uruguayo se adaptó perfectamente y más allá de que los números no fueron buenos, sobre todo en la parte final del año en la que hasta le costó muchísimo lograr buenos resultados, hay aspectos que se analizaron como positivos (oportunidades a los jugadores del club, elección de una línea futbolística, etcétera) y que permitieron comprobar también que hubo una buena relación entre plantel y cuerpo técnico.
Quizás Munúa también esté revisando y haciendo su propia autocrítica. Hubo partidos en los que debió conseguir mejores resultados, pero también es verdad que pudieron faltarle variantes para encontrar más rápidamente el rumbo cuando las cosas se dieron en forma negativa. En esos momentos, la dirigencia tuvo templanza y "aguante" para no desestabilizar el proceso.
Fuente: El Litoral