Después de ganar el Clásico, el plantel de Unión quedó licenciado hasta el lunes 3 de enero, cuando arrancará la pretemporada en el predio Casasol. La idea es trasladarse después a Mar del Plata para la parte más exigente, pero por ahora no pudo ser resuelto ante las complicaciones de alojamiento ante la alta demanda de turistas. Una situación que tiene muy ocupados a los dirigentes y a la secretaría técnica, que además debe resolver el tema contratos.
El 31 de diciembre varios finalizan sus acuerdos y por eso, es clave la opinión del DT Gustavo Munúa al respecto.
El ciclo del chileno Nicolás Peñailillo estaría terminado. Sobre todo por la falta de minutos que tuvo con la salida de Juan Azconzábal. Llegó con el pase en su poder y a fin de año seguiría su camino en otro club.
Otro en idéntica situación es Cristian Insaurralde, que se viene recuperando de una lesión, pero no estaría entre las prioridades del técnico.
La aparición de Enzo Roldán sorprendió a muchos en el club. Marcelo Mosset lo puso como titular y de ahí en más no salió. Munúa le encontró el puesto de volante interno y sus actuaciones fueron aún mejores. Llegó a préstamo desde Boca, con una opción de compra por el 50% del pase en 2.000.000 de dólares. Una cifra impagable para Unión, que de igual modo estaría ya hablando para concretar una extensión del vínculo.
Sebastián Moyano también termina su contrato y es titular indiscutido. Así y todo, no se avanzó demasiado y eso genera incertidumbre respecto a si finalmente continuará. Otro es Juan Manuel García, el goleador de la recta final, que ya tendría sondeos de otro lado. Cuenta también con el pase y asoma como una figurita complicada a retener.
A la vez que el caso de Fernando Márquez es también muy complejo. En Argentina solo jugaría en Unión, pero sino ya tendría contactos con Belgrano. Para Gustavo Munúa es importante y por eso se negociaría, pero por ahora no hay nada.
