El presidente de Unión, Luis Spahn, confió al colega Emiliano Nunia, de Súper Deportivo Radio de Villa Trinidad, qué fue lo que le dijo a Gustavo Munúa, el entrenador rojiblanco, antes del partido: “Tricota a los barranquilleros y que se vayan a quejar a Shakira”, fue el texto del mensaje que le envió el titular tatengue, que no viajó a Colombia por estar afectado de Covid.
También contó cómo vivió el partido: “Primero, esperé el partido con mucha ansiedad y solo, para no contagiar a nadie con el Covid que me aqueja. El día transcurrió rápido porque estuve trabajando mucho, pero a las 6 o 7 de la tarde tenía una ansiedad incontrolable. Sabía que era un partido ganable, me tenía mucha confianza, veníamos con cinco partidos invicto en la Copa y eso me daba mucha seguridad. ¿Cuál de los goles grité más?, ninguno porque estaba solo, no soy de gritar, pero todos fueron importantes… El de Zenón fue decisivo y lapidario para el resultado”, señaló el presidente rojiblanco.
Cuando se lo consultó por el mayor momento de emoción, sorprendió diciendo que “lo que me emocionó fue ver entrar a Cañete, porque yo fui deportista y sé lo que es esa desgracia de tener que pasar por seis o siete meses de espera y recuperación de una lesión hasta poder volver. Nuestro plantel es excelente como profesionales y como personas, entonces me alegré mucho por él”.
Contó con detalles su contacto con Munúa en las horas previas al partido: “Me mandé mensajes con Gustavo Munúa, es una muy buena persona y estuvo muy pendiente de mi estado de salud. Yo le dije que se despreocupe, que estaba todo bien. Le mandé un mensaje: ‘Tricota a los barranquilleros y que se vayan a quejar a Shakira’… Lo hice para aflojar tensiones, porque me imaginaba cómo estaba viviendo ese viaje y todos los momentos previos”, señaló Spahn.
Al contextualizar el resultado, señaló que “este es un paso más adelante en la formación de los chicos. El fútbol es muy complejo, Independiente y Racing podían acceder más fácilmente que nosotros a la segunda ronda y sin embargo pasamos nosotros”.
También dijo que había vaticinado el resultado del partido, en cuanto a que Unión lo podía ganar. “A mis amigos y conocidos les dije que el partido con Junior iba a ser más accesible que el partido con Fluminense. Ellos vinieron a Santa Fe a esconder la pelota y a no jugar, pero Junior iba a ser diferente y nosotros podíamos adaptarnos mejor, tener más espacios y jugar de contragolpe. Y así fue”.
Hizo un reconocimiento explícito a todo lo que está brindando el plantel de Unión en este proceso iniciado con Munúa: “Este plantel muy joven nos dio el clásico, el partido con River y esto con Junior. Se nota que se concentra cuando la parada es más difícil. La competencia internacional exige mucha concentración y esto hace que se pierda un poco esa concentración en el torneo local. No es que se le dé prioridad al torneo internacional, el desafío es pelear en todos los frentes y todos estamos de acuerdo en que así sea”.
Sobre el próximo rival (Nacional de Montevideo), señaló que “quería jugar en Uruguay, por los socios, por los simpatizantes, por lo económico y porque va a ir muchísima gente y el plantel tendrá acompañamiento. Me gusta el desafío”.
También se refirió a la parte política y dijo que “no me deja de generar tristeza por esta situación política, porque se hizo de la descalificación y la mentira, un arma electoral. La gente de buena leche debe estar muy contenta por este triunfo. No hay ninguna mención a que falte un peso en nuestra administración del club, la imputación que se nos hace es patética”.
Y por último, cuando se lo consultó acerca de lo que está faltando para que Unión pueda pelear un campeonato, dijo que “las bases para llegar bien arriba se están construyendo, falta que se den las circunstancias”.
Fuente: El Litoral