Su padre Hugo es transportista y mamá Carina tiene un bazar en Llambi. La familia Biasín está agitada. El celular de ambos no dejó de sonar desde ese día que Gaspar, su hijo de apenas 13 años, hizo un gol “a lo Messi”. Hace algunas horas, firmó para Unión. Marcelo Aranda, el scouting tatengue, fue determinante. Le ganó la pulseada al poderío económico de los grandes de Argentina y a las luces del Obelisco. Con un mensaje claro y “humano” (le dijo a Gaspar: “Si no sos feliz en Unión, rompemos el contrato y te volvés a tu casa”), Marce Aranda lo convenció.
“Yo no pude atender tantos llamados, soy transportista. Explotó el celular, Gastón hizo ese gol y el video se mostró en todos lados. Me llamaban de Buenos Aires y me ofrecían fortunas. El pueblo estaba alterado. Siempre dejamos que defina él. Con todos los grandes y hasta Colón intentando de nuevo, Gastón eligió Unión. Ya está, fuimos a Santa Fe, firmamos y fuimos al predio de inferiores. Estamos muy felices”, comenta papá “Hugui” al diario de Santa Fe.
Josefina de 6 años y Alejandro de 23 son sus hermanos. El apellido de su madre, como si fuera una gambeta del destino, es futbolero: Zanetti. “Sí, como el Pupi”, cuentan.
¿Cómo arranca todo?. A los 7 años, como Llambi no tenía demasiados clubes con la pelotita, se fueron al pueblo de al lado. Esas gambetas llegaron a Libertad de Nelson y ahí fichó por primera vez con fotito y carné. Ese año que estuvo en Libertad, la familia le agradece a “Ciru” Ferreyra, su primer DT.
Llegó un “Sarmientito” (torneo juvenil), la rompió toda y el profe Joel Vallejos lo fichó para San Martín de Progreso a los 7 años.
Esas mismas gambetas, quiebre y goles se confirmaron en el multitudinario y tradicional “Valesanito”. Su padre, Hugo, destaca que “en San Martín de Progreso lo formaron como persona y como jugador. Somos de la familia”. Fuero seis hermosos años, hasta que llegaron los 13 y el famoso “gol a lo Messi”.
Antes de Unión, se probó en Colón. ¿Cómo fue esa parte de la historia de Gaspar?:
“Nos llamó Andrés Cabrera, un tipazo. Fuimos al predio sabalero y anduvo bien. Lo querían dejar, pero Gaspar extrañaba. Recuerdo que el “Hippie” hizo todo: ¡hastya nos ofreció un remisse pago por cuenta del club para ir y venir de Llambi a Colón. Pero fue Gaspar el que dijo no. Ahora, después de ese gol, volvieron a llamar de Colón y de todos los grandes. Pero Gaspar eligió Unión”.
Su ídolo, como no podía ser de otra manera, es un tal Messi. “Le pega con las dos pero es derecho”, dice su padre. Luego de firmar y sacarse la foto en la sede de Unión en López y Planes, fueron al predio tatengue para conocer el lugar para entrenar en inferiores. “Se encontró con chicos de Unión con los que compartió el Seleccionado de la Liga Esperancina en Gálvez y pegó onda de entrada. Está feliz”.
Así, el pibito del gol “a lo Messi” ya es tatengue. Con ofertas tentadoras de los grandes de Argentina y el nuevo llamado de Coón, Gaspar eligió Unión. “Acá en el pueblo…somos de River”, aclara su padre. Ahora, por cuestiones obvias, ya son todos de Unión.
Por Darío Pignata para Radio GOL y El Litoral