De vez en cuando, yo diría que casi siempre, el fútbol se muestra lógico. Gana el mejor. El de mayor jerarquía. El que demostró ser superior. Y ese fue el desenlace esperado con tanta ilusión por el mundo tatengue. Tratar de dar vuelta la serie revirtiendo un 0 a 2 en Montevideo. Fue sólo una ilusión.
Se paró el “Tri” con gran solvencia y manejó el partido desde lo estratégico y sicologico. En la primera parte lo llevó al local al juego que más le convenía. Sin apuros. Ordenado. Con calma llamativa. Ningún interés por buscar el arco de Mele.
En la segunda mitad y a media hora del final llegó el soberbio cabezazo de Britez. Se transformó el 15 de Abril en una caldera. El descuento tan esperado pero que resultó contrario a sus intereses. Porque a partir de allí Nacional se paró de contra y anotó primero el empate y minutos después enmudeció el estadio marcando el 2 a 1 final.
Era muy inferior Unión. Antes del partido de ida que con llamativa facilidad resolvió sin hesitar. Quedando en la puerta de haber definido la serie de no mediar las salvadas de Mele.
Dios ilumine a éste Unión. Cargado de soberbia y mentiras en la conducción. Éste es el momento de la profunda autocrítica. De no mentirse. De mirarse al espejo y preguntarse: En qué nos equivocamos?. Que hicimos mal?. Pudimos haber hecho otra cosa?. Estoy convencido que sí. Que éste Santa Fe futbolero siempre posibilita hacer algo más.
A punto de cerrarse un nuevo mercado de pases. Unión no se ha renovado, hasta ahora, convenientemente. Siguen ausentes los nombres que hace ya varios años le reclamaba Madelon a éste Presidente suplicándole el tan mentado salto de calidad.
