Tras el empate sin goles ante Riestra, Cristian González, técnico de Unión, defendió a su equipo. "Mi equipo mostró coraje y rebeldía, y eso me deja contento más allá del resultado", afirmó.
"Para resumir, creo que la figura fue el arquero de Riestra. Eso demuestra la tendencia del partido. Necesitábamos recuperar protagonismo, actitud y la voluntad de ganar. Generamos muchas situaciones, aunque en algunos momentos no fuimos claros y merecíamos ganar", analizó el entrenador de Unión en conferencia de prensa.
Respecto al mercado de pases, mencionó que "este es el plantel que tengo y para mí son los mejores. Si hablamos de posibles refuerzos, las cartas están sobre la mesa y siempre lo dije: teníamos en cuenta a tres jugadores, pero no pudimos ficharlos debido a una inhibición que nos dejó sin tiempo. Nos quedamos con solo 10 días del mercado local. Los jugadores que nos ofrecen no mejoran lo que ya tenemos. Traer por traer, podría traer a seis si quieren para que todos estén contentos, pero no sería serio. Si no hay refuerzos, apostaremos por los jóvenes del club, como he hecho desde que llegué".
Sobre el partido contra Riestra, expresó su satisfacción "porque recuperamos el funcionamiento, fuimos protagonistas, generamos situaciones, y el arquero rival fue la figura. Es evidente que nos vamos tristes por el resultado, pero después de la imagen que habíamos dejado en el partido anterior, que muchos criticaron, hoy el equipo demostró coraje y rebeldía, lo que me deja contento a pesar del resultado final".
En cuanto al planteo de Riestra, dijo que sabía que "propondrían esta situación. A veces tuvimos paciencia, pero la ansiedad de ganar afectó nuestras decisiones. Riestra no nos pateó al arco; lo atacamos por todos lados. Lo importante es que recuperamos nuestra identidad, el protagonismo y el carácter. Era un desafío volver a ser el equipo que fuimos. Más allá del resultado, el equipo volvió a ser lo que quiero".
Retomando el tema de la falta de refuerzos, expresó: "Tengo mucha bronca, pero es lo que hay. Ya lo dije desde que llegué: cuando tuvimos la posibilidad de sumar gente, no lo logramos porque estábamos inhibidos. Esta es la realidad. Tenemos 10 días para fichar a un jugador del medio local, analizamos más de 150 jugadores. Hicimos un análisis detallado. Pero si no mejora lo que tenemos, prefiero jugar y apostar por los jóvenes del club. Si quieren criticarnos, que lo hagan. Yo pondré a los chicos del club".
"Todos, desde afuera, envían mensajes para ver si vengo o no. A mí no me llegó nada concreto. Rumores, muchísimos, sobre varios jugadores. Es fácil decir un nombre, pero hay que negociar. El tiempo se acortó. No me bajo del barco por capricho; los que tengo son los mejores para mí. Las opciones se reducen, y el tiempo pasó, dejándonos con poco margen para negociar a un jugador. Todo es complicado", añadió.
Además, mencionó un nombre en particular. "No voy a negar que Malcorra me gusta. Si fuera por mí, ojalá pudiera traerlo. Ya se está diciendo que yo no lo dejo venir. No le cierro la puerta a nadie. Es fácil mandar mensajes a través de ustedes. Santa Fe es pequeño. Estoy abierto, no soy caprichoso ni tonto. Quiero ganar, estoy muy enojado. Pero no puedo hacer milagros. Son los chicos que tenemos, y si tengo que apostar por ellos, lo haré. Cuando sienta que hago mal a Unión, me iré. No me gusta que se envíen mensajes por fuera. Estoy todos los días en la ciudad deportiva. Con estos chicos voy a pelear el campeonato".
También se refirió a las declaraciones de Ángel Di María, quien expresó su apoyo a Unión. "Voy a intentar traerlo, a ver si lo convenzo de venir a Santa Fe en lugar de Rosario. Tengo una relación particular con él. Que haya dicho que nos apoya me pone feliz. Hasta la gente de Unión debe estar contenta".
En cuanto al desempeño de los juveniles, fue claro: "No podemos culpar a los chicos, que me critiquen a mí. Son el futuro y hay que protegerlos. Y yo me encargaré de eso. Si Mateo lanza un centro mal, se equivoca: ¿cuál es el problema? Es un chico. Necesitan el apoyo de nuestra gente. Los respaldaré hasta que me vaya, confío en ellos y en este plantel. Si no llega nadie, somos nosotros. Hay que pelear. En la vida y en el fútbol, hay que pelear. Estamos preparados para lo que venga. Esto continúa".
"El partido anterior fuimos un desastre, y en este no pudimos marcar. No es que tengamos miedo de alcanzar la cima. Es fútbol. Da la casualidad de que no podemos ganar para lograrlo. Me voy satisfecho de haber recuperado nuestra intención de competir al más alto nivel. No me recrimino nada, solo los detalles en las definiciones", concluyó.
