Talleres pensó que le tendrían "piedad" porque está clasificado y sigue en competencia por la Copa Argentina, luego de eliminar a Newell’s en San Luis. Unión pensó que aplicarían "sentido común", por el poco tiempo de descanso que le dan entre el lunes 19 y el miércoles 21 al equipo de Munúa.
Para que todo ese movimiento de piezas impactara, el primer paso de Talleres fue pedir "un día más de descanso y jugar con Colón el lunes 19 y no el domingo 18 como salió programado". Además, el mismo día estaba programado Belgrano en Alberdi, festejando el casi ascenso a Primera.
Sin embargo, la AFA dejó fijo Talleres-Colón para el domingo 18, pasó Belgrano-Defensores de Belgrano para el lunes en el ascenso y ratificó que el pendiente Talleres-Unión se juega el miércoles 21 en el Mario Alberto Kempes de Córdoba. Andrés Fassi, presidente de la "T", había dicho a El Litoral que "la idea es jugar el postergado con Unión al final de la temporada, donde sobran dos semanas en el fútbol argentino. Si jugamos el miércoles 21 nos perjudicamos los dos, nosotros y Unión".
A pesar del lógico reclamo, planteado el viernes, la respuesta llegó desde Europa: Claudio "Chiqui" Tapia no quiere partidos pendientes ni asteriscos para el final, máxime que Unión pelea por entrar a la Copa Conmebol Sudamericana 2023.
En consecuencia, el "no" a Talleres es un claro perjuicio al once de Munúa. Entre el final del partido Independiente (arranca 21.30 del lunes 19 en Santa Fe) y el inicio del pendiente con los cordobeses (a las 19.30 del miércoles 21), hay un viaje en el medio y menos de 48 horas de respiro para Unión. Algo que, con un poco de criterio común, era evitable.
Fuente: El Litoral