En lo que podría haber sido uno de los últimos actos de gobierno como presidente de Vélez, Sergio Rapisarda (por estas horas de licencia en medio el caos de la barra brava) aceptó firmar el pago de esos famosos 600.000 dólares que la entidad de Liniers le debía a Unión por el contrato original de Mauro Pittón.
Entre lo que pretendía pagar Vélez (oficial) y lo que quería cobrar Unión (blue), se negoció una salida “política” entre ambos clubes: los 600.000 dólares iniciales se cancelarán al valor oficial pero Unión recibirá un monto extra (50.000 dólares) en concepto de intereses por el atraso. Por lo que pudo averiguar El Litoral, de manera extraoficial, Vélez giró un monto importante en efectivo y el resto documentos al 30 de agosto con penalidades importantes en caso de incumplimiento.
Ahora, lo único que quedó “en el aire” entre ambos clubes es el monto del último préstamo de Mauro Pittón a Central Córdoba de Santiago del Estero, en una cifra aproximada a otros 100.000 dólares.
Así, en lo que fue uno de los últimos actos de gobierno en Liniers antes de pedir licencia en medio del caos, Sergio Rapisarda (ahora ex presidente de la “V”), giró dinero y firmó documentos por esos famosos 600.000 dólares que Vélez le debía a Unión por el 30 por ciento de la ficha de Mauro Pittón.
A propósito del “5” que está en Santiago del Estero: si se cuentan las dos ventas (primero San Lorenzo y después Vélez) y los préstamos, le terminó dejando a la tesorería del Tate casi 2.5 millones de dólares de manera silenciosa.
Darío Pignata para Radio Gol y El Litoral