Diego Schwartzman sufrió el viernes una contundente derrota en la segunda ronda del Masters 1000 de Indian Wells frente a Casper Ruud, que será el próximo rival del chileno Cristian Garín. El noruego, tercer sembrado del torneo, se deshizo sin mayores dificultades de un alicaído Peque por 6-2 y 6-3 en una hora y 28 minutos de juego en la pista central.
Schwartzman, que atraviesa por una crisis de resultados y ha dejado de ser el argentino mejor situado en el ranking, no pudo plantar batalla a un rival al que había vencido en cinco de sus ocho enfrentamientos anteriores. Ahora, corre serios riesgos de salir del Top 40, luego de casi seis años.
“Perdí contra Diego aquí hace un par de años, así que fue bonito vengarme”, se felicitó Rudd tras el partido. “Diego es un gran jugador, he perdido muchas veces contra él, así que tienes que estar muy concentrado, jugar muchas bolas y no cometer demasiados errores no forzados”, señaló y agregó: “El objetivo era intentar jugar fuerte y, a veces, combinar un poco y subir a la red. Por suerte, hoy me ha ido bien”.
El europeo, que el año pasado fue subcampeón de dos torneos de Grand Slam (Roland Garros y Abierto de Estados Unidos), vive un decepcionante inicio de curso sin lograr superar los octavos de final en ninguno de sus cuatro torneos disputados. Su tropiezo más inesperado fue en la segunda ronda del Abierto de Australia ante el estadounidense Jenson Brooksby. Este viernes, sin embargo, volvió a desplegar su versión más firme para superar en todas las facetas del juego a Schwartzman, quien atraviesa un momento todavía peor de forma.
El tenista de Buenos Aires exhibió la falta de confianza que le ha caracterizado en el último año, en el que cayó del puesto 14 al 38 del ranking mundial y dijo haber sufrido problema de ansiedad en la pista. Vale recordar que el primer traspié del oriundo de Buenos Aires fue ante Jeffrey John Wolf en Australia. Luego cayó en primera ronda contra Juan Manuel Cerúndolo en Córdoba, el español Bernabé Zapata Miralles en Buenos Aires, el serbio Dusan Lajovic en Río de Janeiro y el chileno Nicolás Jarry en Santiago. Diego venía de cerrar un 2022 con siete caídas de manera consecutiva y su marca en este 2023 era de 1-6.