Juan Martín Del Potro habló de todo. Entrevistado por Mariano Zabaleta, del palo del tenis, el tandilense repasó buenos y malos momentos de su carrera con una raqueta en la mano, esa que supo convertirse en un martillo. Además, reveló sus deseos más allá de una pelotita amarilla. Lo mejor de una nota íntima que dio a Star+.
Juan Martín es un gran deportista. Desde chico que demuestra su amor por el deporte, sobre todo por el tenis y el fútbol. De hecho, cuando era apenas una promesa, tuvo que elegir a cuál dedicarse definitivamente: "El tenis era para pasar el rato, era más aburrido porque tenía que juntar las pelotitas, darle a la pared, te tocaba pegarle cada tanto. El quiebre fue en un Sudamericano de 12 años, cuando tenía que elegir entre el Nacional de fútbol o el Sudamericano de tenis en Brasil y yo nunca había viajado en avión. Era mi oportunidad para salir de país y salí el mejor jugador Sudamericano. A la vuelta fue todo una locura", explicó Delpo como el quiebre en su relación con la pelotita amarilla.
Luego, dio detalles de sus inicios en el tenis allá en Tandil: "No empecé a jugar por la familia. Me crié en el club Independiente y jugando más al fútbol que al tenis. Salía del colegio, iba derecho al club y hacía todos los deportes. Un día el Negro Gómez me dio una raqueta y empecé a darle al frontón. Al poco tiempo, en vez de estar boyando por el club, tomaba clases de tenis y esperaba el fútbol, que era lo que amaba de chico. Hice las cosas a la par hasta que le empecé a pegar mejor a la del tenis que a la de fútbol".
El campeón del US Open 2009 sorprendió al elegir el día más feliz de su carrera como tenista profesional. Eligió la jornada después de la final de la edición del Gran Slam estadounidense pero del 2018, cuando cayó ante Novak Djokovic: "Fui muy feliz cuando volví del US Open que perdí la final y cumplí 30 años. Fue de las pocas veces que dije que fui feliz. Estaba para pelear el número 1, estaba bien", explicó. Luego, se refirió a su retiro: "Y ahora estoy otra vez en esa búsqueda de ser feliz. No cierro la puerta al milagro y si no es así, estoy en esa búsqueda de qué es lo que quiero para el resto de mi vida", sentenció.
Delpo, quien el próximo 23 de septiembre cumplirá 34 años, contó uno de sus máximos deseos como persona: "Quiero ser padre. Me gustaría tener varios hijos, no poquitos", reveló. Aunque dejó en claro que su idea es a futuro: "Hoy no es el momento y no está en los planes. Me gustaría vivir en Tandil, esa foto ideal la sigo teniendo. Digo: ‘Yo me tengo que curar la pierna porque cómo no voy a ir a andar en bicicleta con mi hijo, a jugar al tenis'".
“Siempre tuve un escudo del que me estoy tratando de sacar capas", afirmó el tandilense. "Si me lo hubiera quitado en los años anteriores, quizás hubiese vivido más suelto algunas cosas. Aunque siempre estaba pensando cómo le podía ganar a Djokovic, Federer y Nadal, cómo llegar a ser N°1 y sin eso no hubiese tenido la carrera que tuve”, analizó la Torre de Tandil.
Luego, se refirió a todos los golpes que la vida le fue dando y terminaron truncando una carrera que muchos se quedarán con la espina de hasta dónde podría haber llegado, sobre todo él, exnúmero tres del ranking ATP: "Pasaron cosas feas todas juntas. Cuando me operé por primera vez mi cabeza cambió: sabía que tenía que disfrutar más y dentro de ese disfrute, quería que mis viejos me acompañaran siempre. Yo pretendía otra carrera a partir de ese día. Pero me pasó que nunca me pude recuperar de la rodilla y que mi viejo falleció", expresó.
Los tratamientos no funcionaron y no le quedó más opción que retirarse en la última edición del Argentina Open: "Me costó mucho tomar la decisión de jugar, pero tenía que hacer lo que sentía. Si bien agradecía los consejos y las recomendaciones, era el momento de hacer un cierre a este sufrimiento y a esta pesadilla que estoy viviendo. Sentí que era el momento de jugar en Buenos Aires porque no sabia si en febrero del año que viene iba a poder estar".
En 2016, la historia del tenis argentino cambió para siempre. En Zagreb, con Delpo como bandera, Argentina ganó la Copa Davis en un histórico triunfo ante Croacia por 3-2. Al respecto, expresó: "Messi ganó la Copa América y ahora se lo ve como otra persona. A mi ganar la Copa Davis me dio paz. Cuando volvimos dije que iba a dormir tranquilo. Hubo un camino de sufrimiento y de cosas feas que tuve que pasar, pero eso me hizo mejor tenista y mejor persona".
Por último, vociferó: "Sabíamos que no podíamos estar sin el otro. Yo le gané a Murray en Glasgow en las semifinales, pero en esa serie pasamos por Guido Pella y por el Yaca Mayer. En la final fuimos campeones por Fede (Delbonis) porque, más allá de mis partidos, no tendría la Copa si no hubiese sido por él".
Fuente: TyC Sports