Francisco Cerúndolo (37°) fue gigante, jugó un gran partido y se clasificó a la final del ATP 250 de Umag después de haber vencido a un top 10 del ranking ATP. ¿Quién? Nada más y nada menos que Andrey Rublev (9º), que se la bancó y, aunque por detalles, volvió a perder frente a un argentino: fue 7-6 (6) y 6-4 luego de 1h54m a favor del porteño. Por otro lado, Facundo Díaz Acosta (77º) quedó en el camino en el ATP 250 de Kitzbuhel.
En un partido parejísimo, el aprovechamiento de los momentos hizo la diferencia. La historia podría haber sido otra si el ruso se hubiera quedado con un primer set definido en el tie-break, pero fue el argentino el que terminó por delante luego de haber ganado su saque y quebrado el siguiente cuando el punto estaba empatado en 6-6.
El segundo set fue mucho más dinámico, y quizás se habría resuelto en poco más de media hora de no haber sido por un último game para el infarto. Hasta ahí, cada uno había sido muy eficaz con sus servicios y los había ganado con facilidad. Cuando el partido estuvo 5-4 para el Bocón, debió trabajar como nunca para ganarlo: tuvo cinco match points, con Rublev recuperándose una y otra vez -las dobles faltas del porteño hicieron su aporte-, y eventualmente lo sacó adelante para llevarse el duelo en sets corridos.
En cuanto a Francisco, podrá relajarse y mirar por televisión el otro duelo de semifinal que dará con su rival en el partido por el título: el checo Jakub Mensik (81°), un jovencito de 18 años que se ha erigido como la sorpresa del torneo, se enfrentará al italiano Lorenzo Musetti (17°), una de las figuritas que han surgido de la Bota europea.
