La selección masculina de rugby de Argentina, popularmente conocida como los Pumas, no atraviesa su mejor momento en esta edición del Rugby Championship. Pese a algunos pasajes de rebeldía, los dirigidos por Mario Ledesma cosecharon una nueva derrota y figuran en el último lugar sin unidades. Pese a la pequeña ilusión del buen nivel mostrado en el complemento ante Nueva Zelanda, el combinado nacional sucumbió casi sin atenuantes por 27 a 8 ante los Wallabies en Townsville.
Aferrado a la mejorías mostradas en el final del duelo ante los neozelandeses, el entrenador apostó por Santiago Carreras como conductor y con Pablo Matera como octavo, pero los locales, que venían de vencer a los sudafricanos en dos oportunidades, fueron superiores.
Aunque el combinado nacional tuvo una chance inmejorable de abrir el marcador a los dos minutos de juego (Emiliano Boffelli falló un penal), la primera parte del partido estuvo lejos de lo imaginado y fueron superados en varios aspectos del juego.
La primera respuesta de los entrenados por Dave Rennie fue letal. Tras una buena avanzada de Samu Kerevi, Reece Hodge rompió líneas con dos amagues para apoyar la pelota en zona de in-goal. Quade Cooper aumentó la distancia con una conversión.
Luego de merodear con anotar en cada oportunidad, los Wallabies volvieron a llegar a la zona prometida con un apoyo de Samu Kerevi. Los locales, gracias a los pies de Cooper, sumaron otra conversión y un penal. Los Pumas lograron aportar sus primeros puntos antes de irse al descanso gracias a un penal de Boffelli.
El combinado argentino llegó a este compromiso tras cuatro derrotas en fila. Dos enfrentamientos ante Sudáfrica (el actual campeón del mundo) y dos versus Nueva Zelanda, quien le propinó una dura derrota el pasado domingo.
Al inicio del complemento Argentina saltó al campo con una actitud renovada, ya que antes de los tres minutos de juego lograron su primer try de la mano de su capitán Julián Montoya. Lamentablemente, luego la ejecución de Boffelli dio en uno de los palos (también malogró un penal unos minutos más tarde).
Pese a las chances desperdiciadas, el combinado nacional parecía estar en partido. Sin embargo, una jugada marcó un punto de inflexión a favor de los australianos. El árbitro del partido decidió sacarle una tarjeta amarilla a Marcos Kremer, por lo que los de Mario Ledesma tuvieron que jugar 10 minutos con un hombre menos. Durante ese lapso, igualmente, el local solamente convirtió mediante un penal de James O’Connor.
Los Wallabies buscaron liquidar el pleito y lo consiguieron mediante una zambullida de Andrew Kellaway y una posterior conversión de O’Connor. Con este resultado, los locales treparon a la segunda colocación, con 13 unidades.