Por Ricardo Porta
Por fin se juntaron las cuatro patas de la mesa: HINCHADA-DIRIGENCIA-CUERPO TECNICO Y JUGADORES.
Confirmó, con un segundo tiempo perfecto, la superioridad sobre los finalistas. A lo largo de ésta liga, cuando en la recta final parecía caerse, recuperó su memoria para barrer con los rivales que se le cruzaron. Tanto Independiente en semis, como Racing en la final dejaron una imagen de impotencia. Es que enfrentaron a un notable equipo. El rojinegro fue un gigante frente a los "enanitos" que quedaron los de Avellaneda.
Analizar el partido es muy simple: salvo los tiros libres de un ex Colón, Chancalay, la Academia no disparó nunca al arco de Burián. En el entretiempo otro ex Colón, Pizzi, modificó el equipo para neutralizar al rival que en el primer período le ganaba en la mitad de la cancha. Lo consiguió, pero duró hasta que una gran maniobra de Aliendro que terminó con el gol del propio ex At. de Tucumán.
Luego fue un monólogo sabalero. El de Avellaneda quiso vender cara la derrota. Pero fueron esfuerzos individuales desactivados inteligentemente por los hombres de Dominguez. El DT fue el ideólogo y constructor de éste éxito. Los jugadores que entraron y jugaron en toda la Liga, también son responsables de éste histórico final.
Párrafo aparte de la dirigencia, que se rectificó borrando lo hecho en el recordado 9-11.
Escribiré aparte sobre la responsabilidad que tuvo su Presidente José Vignatti.
A festejar pueblo de Colón. Por fin le regalan una ESTRELLA al fútbol de Santa Fe.
FELICIDADES.