Hace 40 años en Río de Janeiro, el 17 de febrero de 1982, nació Adriano Leite Ribeiro, más conocido en el mundo del fútbol sólo por Adriano. Si hablamos de él, lo primero que mencionan aquellos que lo vieron jugar es la potencia física que tenía, y la fuerza de esa zurda con la que ha destrozado redes. Sin dudas, uno de los mejores brasileños de los últimos años. Sin embargo, su carrera profesional se vio truncada por problemas personales que no le permitieron sostenerse en la élite. A continuación, repasaremos qué fue de la vida del que supo ser Emperador de Italia.
Surgido del Flamengo, donde fue incluido en el Salón de la Fama del Maracaná, debutó en el año 2000 en Primera. Su gran desempeño captó la atención de un gigante de Europa: Inter de Milán, quien lo compró por más de 13 millones de euros. Es así que al año siguiente emigró a Italia pero se fue a préstamo a la Fiorentina, y luego al Parma, para volver en 2004 al Nerazzurri y comenzar su época de oro.
En Inter ganó dos Copas de Italia, dos Serie A y tres Supercopas entre 2004 y 2008. Se convirtió en uno de sus jugadores más representativos ya que, tal como se decía en ese entonces, tenía "la capacidad goleadora de Ronaldo, la fuerza de Ibrahimovic y la potencia de disparo de Roberto Carlos". En la Selección de Brasil también pudo desplegar todo su talento: jugó el Mundial de Alemania 2006. Además, ganó la Copa América 2004, donde fue goleador y máxima figura: se recuerda el gol que le convirtió a Argentina en el último minuto de la final, que llevó el partido al empate 2-2 y por ende a la definición por penales. Al año siguiente, levantó la Copa Confederaciones como figura.
Sin embargo, la muerte de su padre Almir, el 4 de agosto de 2004, lo fue llevando de a poco a una severa depresión. "Lo vi llorar, tiró el teléfono y comenzó a gritar que no era posible. Desde esa llamada no volvió a ser el mismo. No lo sacamos de la depresión", reveló en su momento Javier Zanetti, excompañero.
"Después de ese día, mi amor por el fútbol nunca volvió a ser el mismo. Me deprimí mucho, hombre. Empecé a beber mucho. Realmente no quería entrenar. Sólo quería ir a casa. A pesar de que marqué muchos goles en la Serie A durante esos pocos años, y aunque la afición realmente me amaba, mi alegría se había ido", explicó en una carta escrita por él para The Players Tribune.
En 2006 se hundió en el alcoholismo e incluso lo declararon con problemas de drogas. El propio jugador llegó a confesar que llegaba completamente ebrio a los entrenamientos y que tenía que quedarse durmiendo en la enfermería. Todo eso le generó grandes problemas en Inter, donde le dieron oportunidades para resurgir, pero no pudo ser así.
Adriano se fue cedido al San Pablo de Brasil por una temporada y volvió a Italia. Pero conflictos con José Mourinho, por ese entonces DT del Inter, lo llevaron a tomar la decisión de abandonar el club italiano. Según él, ya no se sentía feliz jugando en ese país. Esto a causa de una depresión por la separación de su novia. Incluso llegó a anunciar su retiro temporal el 10 de abril de 2009.
Luego, regresó al Flamengo para volver a sus raíces. Tras un año allí y habiendo ganado el Brasileirao, le llegó la chance de volver a la Serie A, a la Roma. Pero fue un paso gris en su carrera, ya que jugó un puñado de partidos y rescindió su contrato. Volvió a Brasil, donde pasó por Corinthians (ganó nuevamente el Brasileirao) y Athletico Paranaense. Hasta que en 2014 pasó al Miami United FC, equipo de la cuarta división de los Estados Unidos y del que se hizo del 40% de sus acciones. Jugó apenas un partido oficial y dos amistosos para, en 2016, anunciar oficialmente su retiro definitivo.
En el año 2016 su nombre se hizo con mucho protagonismo después de que saliesen a la luz unas fotografías donde se lo veía viviendo en una de las favelas más peligrosas de Brasil, en la que pasó casi toda su vida. Aún hoy siguen apareciendo fotos en lugares similares, las cuales alterna con instantáneas en impresionantes casas.
Retirado del fútbol y con domicilio allí, Adriano tuvo que desmentir en febrero del 2020 rumores sobre su muerte que se habían vuelto virales en las redes sociales. Se decía que el Emperador había sido asesinado en Morro de Alemao, en Río de Janeiro. El ex-Inter tuvo que publicar en Instagram dos fotos suyas para desmentir los rumores: "Estoy vivo", escribió.
Así vive. En una carta escrita por él para The Players Tribune, afirmó: "Adriano no desapareció en las favelas, simplemente se fue a casa. Soy uno de los futbolistas más incomprendidos del planeta".
Fuente: TyC Sports
