Si, de repente “la Gloria” rojinegra derrapó en la primera curva peligrosa y se “fue al pasto”.
El fútbol es así, aún teniendo capacidad y fortuna podes equivocarte.
Humildemente creo que el hombre que venía con una absoluta racha ganadora, se equivocó en el planteo y chocó su equipo.
Decía en una de mis columnas antes del partido frente a la “academia”, que a Racing no podes salir y cambiarle pelota por pelota. Lo hizo en la primera parte. En esa etapa quemó los cartuchos y no fue goleado simplemente porque su rival demostró, como en los últimos partidos, una llamativa ineficacia.
En la parte final y paradójicamente hizo lo que debió hacer antes: planchó el partido. Pero ocurrieron dos cosas letales para el sabalero: Se equivocó en los cambios y fue aprovechado por el equipo de Gago. Inexplicable el cambio del Pulga y además desarmó la mitad de la cancha.
Decía antes del encuentro que aprendí de tres maestros como lo fueron el Toto Lorenzo, Amilcar Brusa y Flor Meléndez, cada uno en su deporte, que tenían una constante que los identificaban:
Ante de cada compromiso realizaban un exhaustivo análisis para determinar si su rival era superior, inferior o había un choque de fuerzas parejas…recién con ese diagnóstico hacían la táctica y estrategia para el encuentro. Tengo muchas anécdotas de ellos, donde salieron victoriosos y muy pocas veces fueron derrotados. Recuerdo otra del siglo pasado y también protagonizada por otro oriental: José Pepe Etchegoyen: recién ascendido Colón en 1966, enfrenta al poderoso River conformado por la base de la Selección del Mundial de Inglaterra de aquel año. Figuras como Carrizo, Matosas, Onega (el ronco), Artime, el indio Solari y Pinino Más entre otros. La reglamentaciones eran otras, compartí en su habitación del entonces Ritz Hotel, mate por medio, la construcción de la táctica y estrategia, la misma se basaba en “tenemos que restarle minutos a los 90. Triunfo aquel día Colón con golazo de Orlando Medina por sobre la cabeza del “maestro” Amadeo Carrizo. “Estos sinverguenzas me sacaron 20 minutos al partido” de Roberto Pablo Cruces árbitro de aquel juego inolvidable.
Marcelo SARALEGUI y SAMANTA Rodríguez Peña poseen experiencia, capacidad, sentido de pertenencia y argumentos suficientes para volver al triunfo.
Confío en su mística y diálogo con un plantel que seguramente quedó golpeado por el accidente
