Luego de haberse consagrado campeón hace un puñado de días, River cayó 3-2 con Defensa y Justicia en lo que fue la última función de Leonardo Ponzio en Núñez, por la fecha 24 de la Liga Profesional. De esta manera, el equipo de Marcelo Gallardo perdió su invicto de 18 partidos en el torneo.
Los goles fueron convertidos por Enzo Fernández, Walter Bou, ex Boca, Miguel Merentiel, Braian Romero y Franco Paredes en una noche en la que predominó la ley del ex.
La apertura en el marcador llegó a través del milimétrico centro de Milton Casco y el cabezazo de Fernández al lado del palo, a los 10 minutos del primer tiempo. Fue su segundo grito con la camiseta del Millonario (el anterior había sido ante Vélez, de penal, el pasado 14 de agosto de 2021).
Más allá de la apertura en el marcador, el momento más emotivo en el Monumental se vivió a los 23 minutos, cuando Leonardo Ponzio, hoy suplente, fue homenajeado por los 50 mil hinchas que se acercaron al estadio. Hubo papeletas con su nombre y luego se desplegó una bandera gigante en la que figuraba su rostro entre los máximos ídolos de la institución (Beto Alonso, Enzo Francescoli, Ramón Díaz, Amadeo Carrizo, Ariel Ortega y Marcelo Gallardo).
En cuanto al resto de la primera mitad, a Defensa y Justicia le costó mucho salir del agobio constante que proponía River con Braian Romero y Julián Álvarez a la cabeza. Es más, el 2-0 pudo haber llegado tras un gran pase de Bruno Zuculini que dejó a Romero mano a mano con Luis Unsain, pero en vez de patear, el ex Independiente buscó a Fernández con una larga entrega.
El equipo de Sebastián Beccacece solo dependió del cansancio o una distracción de River para hacer de las suyas. Fueron dos ocasiones en las que aprovechó el adelantamiento de su rival para llegar con profundidad: primero con un remate de Francisco Pizzini que bloqueó abajo Franco Armani y después con un centro de Walter Bou para Miguel Merentiel que terminó sacando Robert Rojas con la cabeza en la última.
En el segundo tiempo, los dirigidos por Marcelo Gallardo no salieron de la mejor manera, más allá de que en los primeros 10 minutos Romero pudo rematar dos veces al arco. Uno fue un débil disparo, pero el otro generó mucho peligro cuando la paró de pecho, sacó un zurdazo y la pelota se fue besando el palo izquierdo.