Home Deportes Fútbol Se despide Marco Ruben, el último ídolo de Rosario Central

Se despide Marco Ruben, el último ídolo de Rosario Central

El Gigante de Arroyito a reventar le hará un homenaje al 9 en su último partido. Cómo será la emotiva despedida de un hombre que dejó a todos afónicos con sus goles inolvidables.

El Gigante de Arroyito será testigo este sábado de un hecho que quedará inmortalizado en la retina de sus hinchas. Será el Last Dance de Marco Ruben, el último futbolista con categoría de ídolo que pisará el césped de la emblemática institución rosarina con estadio a reventar, entradas agotadas y sensaciones encontradas.

Dueño de una personalidad muy singular y un empuje de líder positivo sin estridencias, el goleador recibirá diferentes sorpresas durante el duelo frente a Estudiantes, a esta altura una mera excusa para que los fieles puedan impregnarse de cada vivencia que con el correr de los años serán transmitidos a generaciones por venir.

El propio Marco desestimó la chance de cualquier partido homenaje: lo hace sentir incómodo y prefiere algo simple como su manera de mostrarse y manejarse durante toda su carrera, públicamente y puertas adentro de un vestuario.

Habrá banderas alusivas prolijamente elaboradas para la ocasión y que ya han logrado viralizarse, algunas nuevas estrofas de un repertorio canalla debutante que nacerá desde las populares y en cuestión de segundos ganarán espacio en todas las latitudes del estadio y fuegos artificiales garantizados apenas Pablo Giménez marque el final del encuentro ante el Pincha.

El único deseo expreso del nacido en Fray Luis Beltrán consistió en que sus familiares mas directos puedan ser testigos de esa última ovación dentro del campo apenas se apaguen los reflectores y los flashes, y las miradas busquen a ese 9 que dejará de ser futbolista para transformarse en leyenda. No se descarta que vuele al campo un micrófono para que el agasajado pueda consustanciarse con sus hinchas en un pacto de amor eterno.

Desde el minuto 9 de partido surgirá espontáneamente una ovación que se impondrá por sobre el trámite de un partido sin gravitación ni trascendencia en el espíritu de los auriazules y en la camiseta será legible la inscripción MR9, símbolo representativo de la devoción de aquel pibe de 17 años que debutó con cara de nene, que inició un periplo por Europa, México y que decidió en 2015 volver a su casa en la transferencia mas onerosa de los rosarinos en la historia.

Dueño de un poder magnético incalificable, Marco Ruben atesorará diferentes muestras de gratitud que llevará consigo durante su última tarde noche con la pilcha de futbolista y en pocas horas pasará ser parte de la rica historia de Rosario Central. Como el hijo pródigo que volvió a su hogar para quedar inmortalizado junto al río Paraná.

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