Y un día San Lorenzo se reencontró con la victoria. Luego de cuatro caídas en fila -segunda racha similar y propia en este mismo torneo-, venció a Godoy Cruz por la mínima, 1-0, con gol de Franco Di Santo, en un partido correspondiente a la fecha 19 de la Liga Profesional de Fútbol. Y el Nuevo Gasómetro fue un desahogo.
Puede que lo más justo para el partido hubiera sido un empate, sí. Aunque nadie podrá decir que el Ciclón ganó mal. Al contrario, triunfó porque fue un equipo ordenado, con corazón, que buscó revertir la racha desde el pitazo inicial contra un rival que juega bien al fútbol, que pisó el área y que, además de convertir, esta vez no cometió errores que se pegaron en el arco propio.
¿Es Diego Monarriz un mago? ¿Su coequiper Di Leo desanudó los problemas? Ni una cosa ni la otra. Pero desde el reposicionamiento táctico (dos líneas de cuatro), Ortigoza quedó mejor rodeado para ser la bandera y conductor de un equipo con mucho pibe por las bandas (Herrera-Palacios en la derecha y FernándezMercau-Martegani por izquierda) y dos experimentados arriba, Nicolás Fernández y Franco Di Santo, a los que se no se les caen los años para meter y presionar. Porque desde ese pressing en la salida de los dirigidos por Diego Flores, el local sorprendió a la visita.
Y justamente, con esa fórmula, llegó el gol que cambió los murmullos por más aliento. Porque Uvita presionó a Abrego por el carril central, y profundizó para Di Santo que, con frialdad, definió cruzado junto al palo. Inatajable para un Espínola que un rato antes había achicado fenomenal ante el propio Uvita, tras una jugada de Palacios.
El 1-0 le dio tranquilidad y confianza a los de Boedo. En tanto, que la ausencia de Martín Ojeda (lesionado, fue al banco pero no ingresó) influyó en el andamiaje de los mendocinos, y los de arriba no lograron encontrarse, producto del buen cerrojo impuesto por el triángulo Flores, Zapara y Gordillo. Así y todo, ya en el segundo tiempo, Torrico debió responder ante un remate de Ramírez y el pibe Flores tapó justo cuando el propio Ramírez quedaba para convertir como en un penal en movimiento. Fue el momento de mayor zozobra para San Lorenzo, que se rearmó con los ingresos de Barrios (rápido e incisivo) y de Sabella (entró por un Gordo cansado), aire fresco para buscar el segundo tanto, que puso darse con dos remates que pasaron cerca, desde los pies de Uvita (en un tiro libre) y el propio Sabella, desde media distancia.
