Un cuento de terror que se vuelve a repetir y no genera más que desilusiones. San Martín de Tucumán, el equipo que se llevó puesto a todos y fue el líder absoluto del torneo, se quedó sin el ascenso, otra vez: perdió la final contra Aldosivi y ahora cayó en semifinales del reducido frente a Gimnasia de Mendoza, con ventaja deportiva y de local.
Líder de la zona A, clasificó a la final directa con fechas de anticipación. 81 puntos, con 11 de diferencia respecto al segundo (San Martín de San Juan) el equipo tucumano estaba tranquilo. No se le podía escapar. Aldosivi, el segundo clasificado a la definición, pasó arañando y por diferencia de gol: le sacó el puesto a Nueva Chicago y superó a Deportivo Madryn, todos con la misma cantidad de unidades (64).
La diferencia entre ambos finalistas era abismal y la gente viajó a Rosario con ganas de ver la épica. Sin embargo, pasó lo peor: dos goles en el primer tiempo rompieron el poderoso arco de Darío Sand, quien logró rachas invictas y quebró récords, no hubo reacción y la ilusión fue en picada. El Tiburón fue de Primera.
Directo al Reducido. El Ciruja dejó los lamentos atrás y fue con todo por la segunda chance, donde fue seguro a plasmar el poderío que obtuvo en las 38 fechas del torneo, donde perdió en tan solo seis ocasiones.
Pasó directamente a los cuartos de final. Allí dejó en el camino a San Telmo, con triunfo en la ida por 2-1 y en la vuelta por 2-0. Ahora sí, se venían las semifinales para seguir por el mismo camino.
Enfrente, Gimnasia de Mendoza, adentro con 63 puntos. Con ventaja deportiva, empató 1-1 frente a Estudiantes de Buenos Aires en octavos; después le ganó a Deportivo Madryn en cuartos y aseguró su pase a las semis.
Nuevamente, el mejor puesto no aseguró nada para San Martín. El 0-0 en la ida mantuvo la ilusión, por la ventaja deportiva y la vuelta era en su cancha. Este domingo, la localía y la fiesta de la gente parece que no tuvo trascendencia, porque a Gimnasia le bastó el gol de Luis Silba a los 24 minutos del primer tiempo para arrebatar el boleto a una nueva final. Lágrimas en las tribunas y dentro del campo de juego. El quinto ascenso no quiere llegar.
