Con el argentino Matías Zaracho como figura y autor de un doblete, el Mineiro jugó un gran partido, sobre todo en la etapa inicial, y dejó sin respuestas a un impreciso River que poco pudo hacer en la serie.
Hulk fue otro gran aporte del local, que tendrá como rival en semifinales al Palmeiras, que ayer dejó en el camino al Sao Paulo.
Desde el comienzo, Mineiro demostró su poderío ofensivo y la rapidez de sus ataques que dejaban desorientados a los defensores Millonarios. Por esto, no fue extraño que en los primeros minutos, Armani le tapó un bombazo mano a mano al chileno Vargas.
River, por su parte, apostó a los pelotazos para Romero y Suárez y por momentos encontró circulación con Álvarez, pero el arquero Éverson fue una de las figuras del local y se encargó de mantener el cero durante el capítulo inicial.
En el mejor momento del equipo de Gallardo, y cuando había tenido un bombazo de Suárez que Éverson sacó al córner, Hulk hizo una gran jugada por derecha, se sacó de encima a Maidana y tiró el centro para que Zaracho, con una pirueta, conecte y anote el 1-0, en 22 minutos.
En desventaja, River siguió yendo, pero Hulk de a poco se fue transformando en uno de los pilares del conjunto de Cuca para los ataques directos.
Éverson volvió a ser determinante al evitar la conquista de Álvarez, luego de una asistencia de Suárez, y en 34 Hulk quedó con espacio solo ante Armani y se la picó para conseguir el 2-0, justo en el primer avance brasileño después de la salida de Maidana y el ingreso de Paradela.
En el complemento, Mineiro volvió a pegarle un mazazo a River cuando se acomodaba y estaba merodeando el área rival. Iban 16, cuando Savarino llegó al fondo por derecha y tiró un centro para que Zaracho, sin marca, la impulse de cabeza y anote el letal 3-0, minutos después de haberse perdido un gol increíble de frente a Armani.
Con el holgado resultado, River sintió el golpe y si bien generó situaciones y agigantó sobre el cierre la figura del arquero Éverson, le faltó la consistencia necesaria y el equilibrio en el medio para contener a los bravísimos jugadores del Mineiro.