Tras esto, la Justicia ordenó una restricción perimetral de 300 metros al exfutbolista para circular o permanecer con respecto al domicilio de Cassiau y su hijo Mateo. Además, le prohibieron “cualquier tipo de hostigamiento sobre la persona de aquella y respecto de su grupo familiar primario sea en forma personal o por el empleo de los diversos medios de comunicación”. En caso de incumplimiento, intervendrá la justicia penal por “desobediencia”.