Lionel Messi afirmó este jueves que Qatar 2022 será su último Mundial y que el seleccionado argentino no es el "máximo favorito" de la competencia porque hay equipos que se encuentran "por encima" en la consideración para levantar la copa el 18 de diciembre en el estadio de Lusail.
El capitán de la "Albiceleste" aceptó que su equipo "es candidato siempre" en una Copa del Mundo, aunque aconsejó "bajar los decibeles" porque cuando empiece a rodar la pelota "todo puede pasar".
"Hay un poco de ansiedad y nervios al mismo tiempo. Es el último, seguramente, y también por cómo nos va a ir. Llegamos en un buen momento, con un grupo muy armado y muy fuerte, pero en un Mundial puede pasar de todo", contó en una entrevista íntima con el periodista Sebastián Vignolo en su casa de París.
"No somos los máximos favoritos, hay selecciones que llegan por encima de nosotros", aceptó en la nota que se publicó en la plataforma Star+, cuyos extractos más importantes son los siguientes:
La cuenta regresiva para Qatar 2022:
"Hay un poco de ansiedad y nervios al mismo tiempo. Es el último, seguramente sí. También por cómo nos va a ir. Por un lado, no veo la hora de que llegue y por otro lado está el ‘cagazo’ de querer que nos vaya bien. Llegamos en un buen momento, por cómo se dieron las cosas, con un grupo muy armado y muy fuerte, pero en un Mundial puede pasar de todo, es dificilísimo.
El favoritismo de la Selección Argentina:
"No somos los máximos favoritos. Hay selecciones que están por encima de nosotros. Tampoco sé si somos los grandes candidatos, aunque sí Argentina es candidata a ganar siempre por la historia, por lo que significa y más ahora en el momento que llega. La gente está loca con la Selección, con lo que se viene. Por eso está bueno bajar un poco los decibeles, saber que vamos a competir, que le vamos a pelear de igual a igual a cualquiera pero no creer que ya somos los campeones. Hay que ir de a poquito, empezar a ganar el primer partido, que es fundamental. No va a ser fácil".
Sobre Lionel Scaloni:
"Es una persona muy cercana, habla muchísimo con el jugador, intenta estar siempre para lo que sea y vive el fútbol muchísimo. Trabaja por y para el fútbol, le encanta lo que hace, sufre muchísimo los partidos y se merece todo lo que vive porque no fue fácil lo que le tocó agarrar. Él armó todo esto".
Su presente en la Selección:
"Soy uno más en este grupo, intento integrarme. En esta Selección yo tuve que integrarme a los chicos que ya se conocían hace tiempo. Llegué más tarde, porque no fui a los primeros partidos del proceso y creo que hice un poco más de lo normal para tratar de integrarme lo más rápido posible".
El recuerdo de la Copa América:
"Cuando salimos campeones no lo podía creer, no sé cómo explicar ese momento. Era lo que me faltaba, uno de los objetivos para terminar de cerrar todo, para mí era fundamental poder ganar algo con la selección porque si no me iba a quedar siempre la espina de las finales perdidas. Fue un momento que dije: ‘ya está’. Me hubiese gustado disfrutar más tiempo en Argentina tras haber sido campeón. Fue una locura cómo se vivió todo, cómo lo disfrutó el país.
Su relación con la derrota:
"Me jode perder, no hacer un buen partido, no disfrutar dentro de la cancha. Aprendí a perder porque son muchos años de carrera pero me sigue doliendo".
Educación, familia y amistades:
"Me educaron de una manera de chiquito, con los valores que me inculcaron mi viejo y mi vieja, y después reforcé todo eso en Barcelona, tanto en la ciudad como en el club, que tiene unos valores muy marcados. Siempre crecí con esa filosofía".
"Tengo pocos amigos, de verdad. Siempre me refugié mucho en mi familia, me siento feliz con ellos, no necesito mucho más. Soy una persona muy feliz, tengo la suerte de hacer lo que me gusta, tener una familia maravillosa y eso para mí es lo más importante".
La relación con sus hijos:
"De los dos, soy el que más los ‘caga a pedos’. Antonella es la que más tiempo pasa con ellos y yo les pongo los puntos, a veces por demás. Intento que aprendan a valorar las cosas. Que sepan que hay que ganarse las cosas día a día, no porque tengan la posibilidad de tener mucho".
"Quiero que hagan lo que ellos quieran cuando sean grandes. Les encanta el fútbol, donde pueden buscan una canchita y una pelota. En casa todo el tiempo quieren jugar al fútbol y seguido les digo: ‘hoy no’. De vez en cuando los dejo ganar sino después lo tengo que aguantar a Mateo, que es igual a mí cuando era chiquito. No le gusta perder, arma quilombo y pelea con los hermanos".