Boca Juniors perdió ante Estudiantes y no fue una derrota más. Es que más allá del resultado adverso, lo negativo fue la falta de respuestas en sus distintos estratos, desde la conducción, que no modificó el escenario en el momento apropiado, hasta los jugadores, quienes están lejos de funcionar individual y colectivamente. Este contexto, quizás como nunca desde el inicio de su segundo ciclo, puso en el centro de la escena a Miguel Ángel Russo. ¿Se le acaba el tiempo al entrenador?
La eliminación a River en la Copa Argentina pareció darle un poco de aire al Xeneize, en medio de un campeonato en el cual aún no ganó y en el que apenas convirtió dos goles en seis partidos. Por si fuera poco, quedó en la antepenúltima posición del torneo 2021 de Primera División, después de igualar la peor racha sin victorias en el profesionalismo, de diez partidos.
El círculo se completa con la sumatoria de apenas un triunfo en los últimos 16 juegos. La última vez que Boca ganó, lo hizo ante The Strongest de Bolivia, como local, por la última fecha de la fase de grupos de una Copa Libertadores en la que quedó eliminado, no sin polémica, en octavos de final, a manos de Atlético Mineiro de Brasil.
El ruido ya comenzó a escucharse tanto en los pasillos de La Bombonera como en las oficinas del predio de Ezeiza, donde hace base el Consejo de Fútbol que encabeza Juan Román Riquelme. Habrá que ver si se diluye o si se produce el cimbronazo de la salida de Russo de la conducción técnica.