Fue una tarde-noche de emociones en Lanús. El regreso a La Fortaleza de Carlos Izquierdoz y Eduardo Salvio le dio un toque especial al partido. Pero ya en el verde césped las cosas no fueron como se imaginaban los hinchas locales. Porque Belgrano no se conmovió y salió dispuesto a ser el protagonista.
El conjunto cordobés tuvo más posesión y se animó soltando a Barinaga por derecha y haciendo de Uvita Fernández un 9 indetectable.
Así, con Lanús atento a contragolpear, el partido se hizo de ida y vuelta. Tuvo entonces un minuto frenético, el 26. De un pedido de penal de Luciatti contra Barinaga en el área de Lanús, a una salvada milagrosa de Chicco mano a mano con un Toto Salvio que llegó demasiado libre al punto del penal tras pase de Morgantini.
Luego llegó la polémica. A los 32 Marcelino Moreno remató desde la puerta del área, superando la estirada de Chicco: 1-0. La duda, y el chequeo del VAR, estuvo en la posición de Sanabria, en claro offside detrás del arquero en el inicio y al lado del 1 tras el remate. Zunino consideró que no hubo interferencia del 29. Una jugada extraña.
Enseguida, Belgrano firmó el empate en una gran jugada: desborde de Barinaga, taco de Uvita y zurdazo alto de Rolón. El VAR también aprobó la posición de Fernández.
La segunda etapa mantuvo el vértigo, pero con Lanús más comprometido con la tenencia. No faltó la polémica, en un posible penal de Loaiza a Jara a los 4 minutos, que Zunino no consideró y que el VAR tampoco lo llamó. Poco después Sanabria aprovechó un rebote de Chicco tras un hueco defensivo en el Pirata (mal rechazo de Troilo) y puso el 2-1.
Con la ventaja, el Granate se replegó, bajó a Nery Domínguez para armar una línea de cinco y le devolvió la pelota a Belgrano. Pero el Celeste no encontró los espacios para progresar y los cambios no le dieron el plus esperado.
Y cuando todavía estaba en partido y con algún merecimiento, la visita cometió un pecado grave. Baldi se la pasó mal a Troilo, quien no controló. Jonathan Torres aprovechó el regalo y le agregó un moño: eludió a Chicco y selló el 3-1.
Parecía definitivo, en un partido en que Belgrano no fue menos que un Lanús que si mostró su eficacia.
Pero faltaba otra picardía del VAR. Franco Jara puso el 3-2 con un derechazo pero no lo festejó porque el línea levantó su bandera, en forma errónea. Hubo rectificación y unos minutos de suspenso, aunque ya no quedó tiempo para más sorpresas.
Fuente: Clarín
