La gran familia por fin está unida. Como siempre. Y también como nunca. Porque esta vez el estadio Libertadores de América – Ricardo Bochini se vistió de gala para un velada muy especial: La Noche del Rey convocó a las 38.000 personas presentes y a los miles que lo observaron por televisión a un viaje en el tiempo. Un viaje en el que afloraron las nostalgias del ayer, las ilusiones del hoy y también las esperanzas del futuro, encarnadas en jóvenes promesas de la cantera. Entre las personalidades destacadísimas estaba Leonardo Díaz, campeón con Independiente del Apertura 2002 pocos meses después de haber llegado proveniente de Colón.
Fue una jornada de fiesta. De jolgorio. De aplausos, ovaciones al por mayor y remembranzas de tiempos de gloria. Una noche en la que todas las generaciones de hinchas del Rojo compartieron las tribunas y se emocionaron. Los que recién salieron de la cuna observaron y se deleitaron junto con sus padres y abuelos con los pases con precisión quirúrgica del Bocha. Y se rindieron a sus pies, que aún conservan la magia, con un cantito que nació en la década del ‘80 y que perdura en Avellaneda: “Sólo le pido a Dios, que Bochini juegue para siempre, siempre para Independiente, para toda la alegría de la gente”.
La cancha fue una máquina del tiempo. La celebración arrancó bien temprano, con música dispuesta por DJ’s, un breve concierto de Luck Ra y la presentación de todas las glorias e integrantes del plantel actual. Y el plato fuerte de la noche se dio cuando los dos equipos salieron al campo de juego para jugar un partido que fue dirigido por Héctor Baldassi.
Hubo dos equipos. Uno de camiseta roja llamado “El Orgullo”. Y otro de camiseta blanca: “La Tradición”. El primero estuvo dirigido por una dupla técnica compuesta por Miguel Brindisi, campeón con el Rojo en el 94, y el Moncho Monzón. El segundo estuvo a cargo de Omar De Felippe, el técnico del ascenso, y Ariel Holan, ganador de la Sudamericana en 2017 y la Suruga 2018. Se jugaron dos tiempos de 30 minutos. De un lado estuvieron Rey; Serrizuela, Villavicencio, Tuzzio, Luli Ríos; Jero Freixas, Cagna, Guiñazú, Fede Domínguez; Patito Rodríguez; Parra y Kun Aguero. En la otra vereda Islas; Rivas, Avión Ramírez, Sánchez Miño; Domingo, Fredes, Toro Acuña, Pekarnik, Bochini; Chancha Mazzoni, Gandín. Un encuentro que fue anecdótico, en el que hubo muchos cambios para que ningún invitado se quede sin jugar.
A un costado también estuvieron varios de los futbolistas que escribieron páginas doradas de la historia del club: el Chivo Pavoni, Pepé Santoro, Burruchaga, Carlos Gay, Percudani, el Tano Mírcoli, Saggiorato, Outes, Giusti, Pancho Sa, Semenewicz y el Loco Enrique.
La gente se rompió las palmas para aplaudir algunos pases milimétricos de Bochini, los lujos del Kun Aguero, las atajadas de Luis Islas, el golazo de Juan José Serrizuela o los cierres del recio Tuzzio. La línea cronológica de la historia de Independiente estuvo desplegada sobre el césped: desde los campeones de las Libertadores de los ‘60, ‘70 y ‘80, ganadores de las Intercontinentales de 1973 y 1984, los que ganaron cuatro títulos entre el ‘94 y ‘95, los que dieron la vuelta olímpica en el Apertura 2002, aquellos que levantaron la Sudamericana en 2010 y campeones de la Sudamericana 2017.
“Esto es una fiesta del fútbol. Siempre quiero estar cerca de Independiente. Para mi es un orgullo el reconocimiento permanente de la gente a tanto tiempo de mi retiro. Siempre quise ganar todo acá, es el club en el que empecé desde chico. Siempre respeté a los rivales”, comentó Bochini, visibemente emocionado por semejante reconocimiento popular. “El jueves hace unos días me hice un estudio con el Doctor Roberto Peidró. Por suerte salió todo bien. Todavía faltan muchos estudios más”, contó Aguero. Y despertó la ilusión de toda la cancha. “Es muy lindo volver a ver al club de pie. Soñamos con darle una gran alegría a toda esta gente, que lo merece”, expresó Mancuello, como representante del plantel actual. “Es muy lindo estar acá, con las estrellas. Y disfrutar de un momento tan lindo en un club tan grande”, contó De Felippe.
Algunos integrantes del plantel actual observaron todo desde un costado. Y fueron testigos de la historia viva de Iindependiente. Estuvieron Laso, Sporle, Fedorco, Salle, Da Rosa, Marcone, Mancuello, Costa, Lucas González, Alex Luna, Santiago Toloza, y el juvenil Santi López.
Los hinchas de Independiente acostumbrados al paladar negro, la exigencia y la gloria, disfrutaron junto con aquellos jovenes a los que les tocó vivir y poner el pecho los momentos más difíciles de la historia de la institución. Distintas generaciones de fanáticos, jugadores y entrenadores estuvieron unidas por un sentimiento común: Independiente. El Rey de Copas.