La primera vez de Lionel Messi en el Parque de los Príncipes no fue corona. Al N° 30 se le negó el gol en un buen primer tiempo en el que tuvo un tiro libre que reventó el palo y un mano a mano que le tapó al arquero. Pero la mayor bronca fue cuando Mauricio Pochettino lo sacó a los 30′ del ST para el ingreso de Hakimi. Y cuando parecía que el partido contra el Lyon terminaba 1-1, en la última jugada llegó un centro perfecto de Mbappé y cabezazo al gol de Mauro Icardi, que anotó el 2-1 cuando apenas llevaba 10 minutos en cancha.
Festejo alocado de todo el estadio, mientras Lionel todavía buscaba respuestas a su cambio. Lo cierto para los parisinos es que con la remontada siguen con puntaje ideal en la Ligue 1: seis victorias en seis partidos. Y esta vez fue contra uno de los rivales que más fuerza les puede hacer en el débil campeonato francés. Si algo le sobra a este equipo son figuras que pueden desequilibrar.
Después de ese primer tiempo en el que Messi se combinó con Di María, Mbappé y Neymar sin éxito, el Lyon gritó en la primera que tuvo Lucas Paquetá para el 1-0. Aunque enseguida, fue Ney el que tomó la batuta y fabricó un penal ante el lateral de 18 años Malo Gusto, quien estaba haciendo un gran partido. El 10 clavó el 1-1 y levantó a las tribunas.
Así iba el PSG, al que todavía no se le nota un funcionamiento colectivo y mucho menos un mediocampo que maneje el juego. En ese momento llegaron los cambios de Pochettino y la sorpresa de Messi cuando salió, viendo que además lo reemplazaba Achraf Hakimi, un carrilero.
