Fue un unipersonal. Si bien por el 1-3 sufrido en la ida se esperaba una actitud de guerra y la cancha inclinada en acciones ofensivas, lo de San Pablo superó las expectativas. El elenco de Rogério Ceni buscó desde el inicio esos goles que le dieran la clasificación a la final de la Copa Sudamericana y, si bien erró mucho, venció 2-0 al Goianiense (4-2 en la tanda) y logró el objetivo. Ahora, por la corona contra Independiente del Valle.
A estadio colmado y con un clima característico de instancia decisivas de copa internacional en Brasil, el Tricolor aprovechó el empuje de su gente y la poca experiencia continental de sui rival para pasarlo por arriba. Quizás sin tanto juego, los locales rápidamente se pusieron en ventaja con el tanto de Patrick a los cuatro minutos. Conquista clave para imaginar la remontada.
Ganador de una Sudamericana (en una final polémica ante Tigre en 2012) y de otros 11 trofeos internacionales, los paulistas dominaron de principio a fin, con tenencia de la pelota (terminó con el 60% de la posesión) y ocasiones claras (remató 29 veces, con nueve directos a puerta, mientras que la visita solamente una vez entre los postes de cinco intentos).
Y así como fue mucho, San Pablo pecó en la definición con yerros de Calleri y Luciano como los que más intentaron en los últimos metros. Pero el que tuvo una noche soñada fue Patrick, quien la agarró en el aire dentro del área para anticipar al arquero Renan y a falta de 27´ para el cierre puso el 2-0.
Con el correr del tiempo los de Goiania se fueron replegando cada vez más cerca de su golero y el plan pasó a priorizar y forzar la tanda de penales. Y con mucho esfuerzo defensivo, lo logró. Ya en las ejecuciones, Baralhas la tiró muy por encima del travesaño para el Dragón y, tras uno malogrado por Luciano en SP, Léo Pereira estrelló su tiro en el poste para determinar al cuadro paulista en la final.
Cuándo y dónde será la gran final
A la Copa Sudamericana le queda un partido para llegar a su fin y el mismo será el sábado 1 de octubre en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, Argentina. Cabe recordar que, además de luchar por la gloria continental y el acceso a copas internacionales como la Recopa y la Copa J.League-Sudamericana (ex Suruga Bank), el campeón se quedará con 5 millones de dólares, mientras que el segundo embolsará 2.000.000.
Fuente: Olé