Si bien los primeros minutos del encuentro tomaron a la visita por sorpresa, con Young Boys activos y con ataques rápidos, esto no duró demasiado. De hecho, Dibu Martínez dijo presente en dos jugadas claves para evitar el gol local.
Un rato más tarde, el poderío suizo comenzó a caerse y el dominio pasó a los pies de los Villanos. El mediocampista belga abrió el marcador tras una jugada desde el córner para comenzar a escribir una noche copera ideal. John McGinn lanzó el centro pasado para que quede en los pies de Tielemans, que se tomó un tiempo para rematar fuerte al arco de David Von Ballmoos y poner las cosas 1-0. Más tarde, doblaron la ventaja. Esta vez, con un gran error defensivo por parte de los Young Boys, que se enredaron con la pelota, no lograron rechazarla y dejaron camino abierto para el ataque rival a metros del área. De hecho, una mala salida del arquero cometió penal pero, ante la ventaja otorgada por el árbitro, llegó Jacob Ramsey para cerrar el ataque.
Sin embargo, el 3-0 tardó en llegar y, de hecho, podría haber sido un resultado aun mayor. Es que el Aston Villa convirtió dos goles, ambos anulados a instancias del VAR. El primero fue de Ollie Watkins sobre el final del primer tiempo. El delantero inglés recibió la pelota tras un buen ataque con dos compañeros; él, último en recibirla, remató fuerte al segundo palo. Sin embargo, fue invalidado por una supuesta mano previa.
El segundo fue sobre el final del encuentro, a los 34 minutos. Tras otro buen ataque, John Durán recibió por el medio y convirtió un buen gol para liquidar el duelo. Una vez más, el VAR apareció para bajar línea. Es que el mediocampista había bajado la pelota con el antebrazo antes de convertir, por lo que el tanto no pudo ser convalidado.
Pero el conjunto inglés no se iba a quedar con ganas de uno más. Ya con el reloj en los 42, Amadou Onana cerró la cuenta y con un golazo. De larga distancia y con el camino sin trabas, se animó y lanzó el sablazo para concluir un gran debut.