Con un arquero improvisado y sin suplentes por la cantidad de aislados debido al brote de Coronavirus en el plantel, River Plate consiguió esta noche un valioso triunfo en el estadio Monumental 2-1 ante Independiente Santa Fe para quedar líder de la Zona D de la Copa Libertadores de América y poner un pie en los octavos de final.
El Millonario, que con un punto en la última fecha ante Fluminense asegurará su clasificación, jugó un gran primer tiempo, sobre todo en los primeros minutos cuando logró los goles de Fabrizio Angileri y Julián Álvarez.
El héroe de la noche fue Enzo Pérez, quien sin estar en plenitud físicamente actuó de arquero y fue la bandera de un equipo que se reinventa constantemente.
Los colombianos, con esta derrota, ya quedaron eliminados del certamen e incluso sin chances de entrar a la Copa Sudamericana.
Un comienzo avasallante tuvo River en el partido porque ya al minuto de juego dejó solo a Fontana para definir al gol, pero el delantero la tiró afuera.
Un minuto más tarde, el ex delantero de Banfield volvió a fallar ante el arquero, pero esta vez hubo un rebote que le quedó a la izquierda a Angileri, quien definió y anotó el 1-0.
Tres más tarde, Martínez buscó a Álvarez con un pase largo y el atacante controló en el área y fusiló a Castellanos para convertir el 2-0.
Los colombianos apuraron un poco con centros al área y disparos de afuera, teniendo en cuenta que en el arco estuvo Pérez, pero no tuvieron precisión para llegar a descontar.
A los 39, lo tuvo dos veces Álvarez para aumentar, pero Castellanos le tapó los dos disparos, tras un centro desde la derecha de Casco y una falla en el defensor visitante.
En el complemento, claramente River sintió el desgaste físico y más aún al no tener suplentes para renovar energías.
Los colombianos se adelantaron de a poco y consiguieron el descuento a los 28, con un toque de Osorio, tras una llegada al fondo de Arias por la izquierda.
En los últimos minutos, River lo aguantó y hasta tuvo el tercero en tiempo adicionado con una definición de Carrascal al cuerpo del arquero rival.
Lo ganó River con coraje, sacrificio y valentía, para superarse ante la adversidad y poner un pie en la próxima ronda.