Gimnasia y Esgrima La Plata venció 2-1 a Atlético Tucumán y sumó tres unidades claves para mejorar su floja campaña, en un partido válido por la fecha 9 de la Zona A de la Copa de la Liga (LPF).
Uno por tiempo, Cristian Tarragona, convirtió los goles del conjunto de Néstor "Pipo" Gorosito; mientras que Marcelo Ortiz, en la etapa inicial, había anotado el empate transitorio para Atlético, que terminó con diez jugadores por la expulsión de Ramiro Carrera y sigue hundido en el último puesto de su zona (con Talleres).
Entre la revisión del VAR y el árbitro Jorge Baliño de la jugada que derivó en el penal para Gimnasia, y la caída de proyectiles desde las tribunas del "Decano" (uno de los cuales impactó en el rostro del asistente José Castelli), el partido estuvo detenido más de diez minutos a poco del comienzo del segundo tiempo.
Atlético Tucumán se paró mejor en los primeros minutos, pero el dominio le duró lo que tardó Brahian Alemán en hacerse cargo del medio: el uruguayo encontró los espacios y, desde ahí, asociado a Sosa, manejó los hilos de su equipo y del encuentro.
Así el "Lobo" se fue acercando lentamente hasta el arco de Campisi hasta que quebró la paridad. A los 16m Ramírez se fue por izquierda y cedió a Tarragona, cuyo remate desde dentro del área se desvió en Thaller y se convirtió en el 1 a 0.
Los momentos posteriores, condicionado por la reprobación de sus hinchas, fueron los peores para el "Decano. Para su fortuna Gimnasia no estuvo fino en los últimos metros y no pudo sacar más ventaja. Y antes del descanso el local alcanzó la igualdad.
Ortiz recibió dentro del área después de una serie de rebotes y batió a Rey para el 1 a 1, un baño de sosiego para los de afuera y, más importante, para los de adentro.
Apenas iniciado el complemento el clima volvió a ponerse en contra del conjunto tucumano: a los 5m Baliño le dio un penal a Gimnasia a instancias del VAR (a cargo de Patricio Loustau, marcó una falta en el área a Eric Ramírez), Tarragona debió demorar su ejecución por la caída constante de proyectiles desde la tribuna, finalmente puso el 2-1 con un remate a la derecha de Campisi y, acto seguido, fue agredido el juez asistente José Castelli.
"Una más y se termina", amenazó Baliño y reprodujo la voz del estadio. El ambiente en el José Fierro quedó, a partir de entonces y con el despliegue del operativo policial, agarrado con alfileres.
Atlético Tucumán, en ese marco, se repitió en las imprecisiones y nunca encontró los caminos al empate (más allá de un lindo remate de Garay a las manos de Rey). Gimnasia se acomodó al desarrollo del encuentro, no pasó ni generó grandes sobresaltos y cosechó tres puntos que lo acercaron a la zona de clasificación.
En la próxima fecha, la décima, Atlético Tucumán visitará a Defensa y Justicia (domingo 17 a partir de las 14.00) y Gimnasia y Esgrima recibirá a Sarmiento de Junín (viernes 15 a las 21.30).
Fuente: Doble Amarilla