MIGUEL BORJA salió llorando del estadio de Gimnasia tras sentir un fuerte dolor en la zona inguinal, que no le permitió terminar el partido. Cuando se temía lo peor, es decir un desgarro que lo marginaría del superclásico del próximo domingo 27 de abril, este sábado creció el optimismo en River Camp.
¿Por qué? Se habría descartado la posibilidad de un desgarro para el colombiano, quien ni siquiera tuvo que realizarse estudios médicos. Borja padece un fuerte dolor en la inserción del aductor y el pubis que seguramente lo deje sin chances de viajar a Ecuador, pero con un ápice de optimismo de cara al choque contra Boca.
De esta manera, el Colibrí ya comenzó con los trabajos de kinesiología con la intención de recuperarse a tiempo para poder estar disponible para la gran cita superclásica
Fuente: El Gráfico
