El antecedente fresco del pasado 4 de abril que había finalizado igualado 2-2 generaba un manto de expectativa por el desarrollo del cruce entre dos protagonistas de la Primera Nacional. Quilmes repitió el 5-3-2 utilizado en las últimas dos presentaciones por el certamen del Ascenso, pero Leandro Benítez optó por renovar a los integrantes de la formación: solamente el arquero Matías Budiño, los defensores Martín Ortega y Rafael Barrios, y el mediocampista central Kevin López repitieron con relación a la igualdad como visitante de Chacarita. Por el lado de San Martín de Tucumán, Pablo De Muner revalidó la confianza de sus dirigidos pese a la goleada recibida en el estadio La Ciudadela ante Atlético Mitre de Santiago del Estero. La única modificación fue el ingreso de Milton Céliz, campeón de la Copa Argentina 2012-2013 con Arsenal, en lugar de Tomás Escalante y el consecuente cambio de esquema hacia un 4-3-3 con mayor peso ofensivo.
El estadio Carlos Augusto Mercado Luna presentó emociones desde el inicio del encuentro. San Martín avisó mediante un remate de Lucas Diarte que salió por encima del travesaño y, en la réplica, Quilmes generó una maniobra de juego asociado profundizada por Julián Bonetto. El envío hacia Mauro Molina se topó con el brazo de Hernan Lópes, situación que generó el penal ejecutado de manera precisa por Camilo Machado. El Cervecero se ilusionaba con prolongar el historial auspicioso ante el representante del Norte (solamente había perdido dos de los 22 antecedentes previos) y lograr el triunfo que le permitiera quebrar una racha de ocho jornadas sin ganar. La reacción del Ciruja llegaría por intermedio de Nicolás Sansotre, que se proyectó por el carril interior y sacó un remate desactivado por Budiño al tiro de esquina.
La ventaja parcial generó un retroceso en las líneas de Quilmes, que le cedió la posesión de la pelota y la disposición del campo de juego a San Martín. Si bien el Ciruja fue paciente en la búsqueda de espacios e intentó ensanchar el ataque con la utilización de los laterales (especialmente Sansotre), no logró inquietar a Budiño y apenas avisó con una peinada de Hernán Pellerano y un remate de Céliz que salieron desviados. El resto de los intentos del conjunto tucumano finalizaron con centros contrarrestados de manera eficaz por los tres marcadores centrales del Cervecero, que retornaba a la competencia integradora después de cinco años (caída por penales con Gimnasia de Mendoza en los 32avos de Final de la edición 2017).
En el complemento, Quilmes logró ampliar el resultado y sentenciar la clasificación a la próxima instancia. El momento clave sucedió a los 13 minutos, cuando Mauro Molina logró conectar un rebote en el área y definir cruzado e inatajable para el arquero Darío Sand. Los dirigidos por Leandro Benítez pudieron controlar el juego a partir de la ventaja y no tuvieron inconvenientes para concretar el pase a los 16avos.
Cinco años tuvieron que pasar para que el Cervecero vuelva a participar de la Copa Argentina. Protagonista de la Primera Nacional y en la búsqueda por un ascenso a la Liga Profesional, Quilmes intentará superar su mejor marca histórica en la competencia integradora. Hasta el momento, llegó tres veces a Octavos de Final y nunca pudo pasar esa barrera. Fue eliminado por River en la edición 2011-2012 y por Estudiantes de La Plata en las temporadas 2012-2013 y 2014-2015.