Cualquier oportunidad así, que esté dando vueltas y llegue a los oídos de Juan Román Riquelme y su Consejo de Fútbol, siempre hay que intentar aprovecharla. Mandar un mensaje. Hacer un llamado. Un tirito al aire. Esta vez, la oportunidad sería la intención del Milan de Italia de ceder a Luka Romero, la joya argentina con poco lugar. Y la propuesta, el tirito, ofrecerle la posibilidad de que venga a la Argentina a jugar en Boca.
Romero, de 19 años, nació en México, creció en España y eligió jugar para Argentina por la nacionalidad de sus padres. Lo último, su participación en el Mundial Sub 20 con Javier Mascherano.
A mediados de 2023 llegó al Milan y sumó apenas 155 minutos en cinco partidos en su primer semestre, luego de su aparición en 2020 en el Mallorca (tiene el récord del jugador más joven de la Liga con 15) y un buen paso por la Lazio con 24 presentaciones en dos temporadas.
Para darle continuidad, el club italiano está viendo la posibilidad de prestarlo. El Como y el Lecce son los dos equipos que se mostraron interesados. Y si bien la preferencia es que siga jugando en Europa y de ser posible en el Calcio, Boca levantó el teléfono y consultó.
La intención de Riquelme es traer a Romero a préstamo por un año, con la posibillidad de que sea con cargo y sin opción. Sería la solución para la búsqueda de algún talento ofensivo, lanzador, con potencia y buen uno contra uno, en el puesto en el que buscó a Rubén Botta y también sonó Emiliano Vecchio.
"Si te llegan las dos ofertas, ¿vas a River o a Boca?", fue la consulta que le hicieron a Luka en una entrevista a mitad de junio del 2020 cuando todavía jugaba para el Mallorca de España. "A Boca", contestó Romero rápido, sin dudar y con una sonrisa cómplice.