Si bien todavía faltan varios meses, con la disputa de la fase de grupos de la Copa Libertadores y el torneo Apertura en el medio, el mundo River sabe que el Mundial de Clubes será un evento histórico para el que tendrá que llegar preparado. Fue por eso que surgió la versión de que se entablaron algunos contactos entre el club y Alexis Sánchez, el experimentado e histórico jugador chileno que salió campeón del Clausura 2008, pero en Argentina prefieren ser cautos.
El rumor nació en Chile y atravesó la Cordillera de los Andes hasta posarse sobre el territorio nacional. A pesar de que en el Millonario manifiestan que siempre le abren las puertas, también recuerdan que es la tercera temporada consecutiva que se instala la misma información y, sin embargo, nunca han llegado a buen puerto con el delantero.
El sueño, todavía lejano, de River sería traerlo para disputar el novedoso certamen de junio en los Estados Unidos. No obstante, no quieren adelantar más detalles o alimentar la ilusión por temor a que, nuevamente, se frustre un hipotético pase. En principio, deben hablar primero con el futbolista de Udinese y su entorno para saber cuál es el panorama para mediados de este año.
Acá se presentaría un problema, porque el contrato de Sánchez en Italia finaliza recién en junio de 2026. Arribado en 2024 desde Inter, el Niño Maravilla, como le decían por sus dotes futbolísticos cuando era juvenil, solo disputó ocho de los 28 partidos de la Serie A, asediado por una lesión en el gemelo que lo marginó del primer semestre. Aún no convirtió goles y acumuló tres titularidades.
Por lo tanto, si la Banda intenta adquirirlo para el mercado de pases de junio con vistas al torneo global, donde enfrentará a Inter, Rayados de Monterrey y Urawa Red Diamonds de Japón, lo más probable es que deba pagarle un determinado monto a Udinese. Hoy por hoy, a sus 36 años, está valuado en 2.000.000 de euros, según el sitio especializado Transfermarkt.
Alexis Sánchez dejó un buen recuerdo en River pese a haber jugado en una época de vacas flacas. Aterrizó en Núñez a préstamo en agosto de 2007, procedente de Colo-Colo, aunque su pase pertenecía al mencionado cuadro italiano.
Tras un semestre flojo -quedó eliminado en semifinales de la Copa Sudamericana y lejos de ganar el Apertura-, Diego Simeone reemplazó a Daniel Passarella en la dirección técnica y le dio más protagonismo al chileno, que levantó el Clausura 2008 antes de volver a Udinese. En total, sumó 31 partidos con la Banda e hizo cuatro goles.