La noticia sacudió al Mundo Boca. Y sobre todo, al plantel xeneize. Porque el técnico del equipo, Hugo Ibarra, debió ser internado de urgencia tras descomponerse durante la práctica. El entrenador empezó a sentirse mal y hasta en un momento le sangró la nariz. Por eso, fue revisado por los médicos y derivado a una clínica, donde por precaución permanece internado en observación.
En principio, tras analizar la situación del entrenador, el club transmitió un mensaje tranquilizador. Si bien se espera un parte médico oficial, por los síntomas que manifestó Ibarra, en el predio de Ezeiza creen que se trata de un problema de presión debido a la intensa ola de calor que se está viviendo en el país. Aunque no se descarta que también responda a un pico de estrés. De todos modos, por control, le harán todos los estudios necesarios para descartar otro tipo de patología.
La cuestión es que la imagen fue fuerte, porque el técnico tuvo que ser retirado del predio de Ezeiza en ambulancia. De hecho, tuvieron que llamarla especialmente para que viniera a retirar al entrenador de Boca, ya que después de la primera evaluación, los médicos consideraron que lo mejor era que fuera internado por precaución.
Ibarra había llegado al entrenamiento ya con cierto malestar. Tenía dolor de cabeza y estaba algo decaído. Sin embargo, pudo comenzar con el entrenamiento. Hasta que, de repente, al técnico le empezó a sangrar la nariz, lo que hizo que se frenara el entrenamiento y que los médicos intervinieran para atenderlo, alertados justamente por ese otro síntoma.
Una vez que el DT dejó el predio de Ezeiza, el entrenamiento continuó bajo el mando de sus ayudantes, Leandro Gracián y Tito Pompei. Ahora, se espera el parte médico para conocer con precisión lo que le pasó al entrenador y cómo seguirá la recuperación de su salud. Incluso, si tendrá que aguardar reposo o no.
Fuente: Diario OLÉ