Dejó escapar el tren. Estudiantes tenía todo para ganarlo, pero no pudo sostener el triunfo parcial, se le esfumaron los tres puntos y también la posibilidad de alcanzar, al menos de forma momentánea, a Talleres, el líder de la Liga.
Fue un encuentro con muchas imprecisiones, cuyo trámite no tuvo dueño. Estudiantes administró un poco más la pelota, pero el dominio fue muy repartido. Lo que quedó demostrado es el valor que pueden tener las acciones de balón detenido para cambiar el curso de un partido, ya que en el primer tiempo el equipo de La Plata consiguió ponerse en ventaja tras un centro al lado opuesto que Del Prete supo capitalizar para abrir la cuenta.
El gol llegó justo cuando peor la pasaba el local. Y llevó impreso el sello inconfundible de Zielinski, un entrenador muy apegado al laboratorio. De hecho, así lo reflejan las estadísticas: fue el séptimo grito de Estudiantes de cabeza en lo que va del torneo y el décimo de pelota parada. Sus dirigidos llevan convertidos 20 goles en la Liga, por lo que la mitad llegaron a través de esa vía.