El hecho, lo recordamos, sacudió al mundo del fútbol en el país, por ser los primeros dirigentes en ir presos por ese delito. Facilitar a hinchas con antecedentes penales a financiarlos con entrega de dinero, ropa deportiva, entradas de favor etc. Recuerdo que uno de ellos, el nene Leiva, demandó al club reclamando, por estar en “negro”, que lo pasen, blanqueando su labor, a tener sueldo y todas las ventajas de esa relación.
La espectacular foto del ex presidente Horacio Darras, saliendo esposado de su domicilio con custodia policial y que afectara tanto al dirigente reconocido acompañante de las plantillas sabaleras, recorrió el mundo. Ni a Germán Lerche, ahora esperando el juicio oral, que si perjudicó a la centenaria institución fundiéndola, descendiéndola y colocándola al borde de la desaparición, se lo vió esposado.
Al poco tiempo se realizó la Asamblea en Colón y cuando un socio preguntó por el tema, todavía me hacen ruido “nosotros no sabemos nada…es un tema de Darras y Paniagua”.
Podemos coincidir que la Justicia santafesina es y ha sido una isla en éste tipo de asociaciones ilícitas, porque en el resto del país dirigentes y barras de probadas connivencias jamás han tenido problemas con la Justicia. Los Borrachos del Tablón, La Guardia Imperial, los “bravos de R. Central y Ñuls, en Córdoba, Tucumán, etc., siempre han zafado. Sin embargo, aquí, en Santa Fe, la cosa ha sido diferente. Esto, claramente, lo hace pensar a éste periodista, que algo importante, de otra naturaleza, ha sido el disparador para semejante investigación y posterior sentencia.
Darras y Paniagua debieran hablar, porque el público está esperándolos. Es más, sabe que ellos solos no actuaban.
Son muchos los mensajes de los colonistas que llegan a nuestra mesa de trabajo y que hacen deducciones: “que su silencio en verdad responde a una estrategia de sus abogados” o la otra y que es la menos creíble: “que la CD les pagó para comprar su silencio”, son los más comunes.
Pero quiero recordarles que hace algunos años atrás se hizo popular la frase: “EL SILENCIO ES SALUD”.
Ricardo Porta