Colón prepara su excursión a Carlos Casares para jugar el lunes a las 18 con Agropecuario, esperando que se confirmen algunas presunciones, empezando por la recuperación de algunos lesionados, como Conrado Ibarra y Nicolás Thaller, que ya están en condiciones de ser tenido en cuenta por Pereyra.
Respecto de Alan Forneris, todavía anda con alguna molestia pero se estima que va a apurar su preparación durante la semana para exigirse a fondo y saber de esa manera si está para que Pereyra lo cuente.
Quien no tendrá ningún problema en jugar es Guillermo Ortiz, que el domingo se retiró con un fuerte golpe producto de una “paralítica” y va a ser de la partida ante Agropecuario, escenario en el que Colón jugará por primera vez en su historia.
Siguiendo con el panorama de los lesionados, se estaba aguardando el turno en el quirófano para practicarle la artroscopía a Jorge Sanguina. El delantero paraguayo será sometido a esa intervención para realizarle una limpieza de las articulaciones, con lo que seguramente se perderá al menos tres o cuatro partidos.
Con Thaller en condiciones de jugar, es posible que vuelva a la línea de tres centrales, con lo cual Facundo Sánchez podría ser el carrilero por derecha y habrá que ver si continúa Castet por izquierda o si le brinda la chance a un jugador que tenga mayor poderío ofensivo, como por ejemplo es Conrado Ibarra. Son las chances que tiene Pereyra si modifica la estructura defensiva, más allá de que últimamente viene jugando con línea de cuatro, tirando a Negro por el costado izquierdo de la defensa y marcando por el medio con Thaller-Ortiz.
Después de la floja actuación del domingo ante los jujeños, no son pocos los aspectos a revisar por parte del Pata Pereyra, que resumió todo en “una mala noche, de todo y de todos”. El equipo no tuvo manejo de pelota durante casi todo el partido y al final terminó poniendo todo lo que tenía a disposición del medio hacia arriba, creando escasas situaciones de peligro frente al arco jujeño.
Uno de los objetivos es darle más compañía a Bernardi para que no esté tan solo en el armado del juego y así abastecer mejor a Gigliotti. Tampoco hubo llegadas por izquierda, más allá de que por derecha contó con un arranque interesante de Jourdan, que luego fue perdiendo desborde a medida que pasaron los minutos.
Otro tema es el arco. Las actuaciones de Marcos Díaz no son buenas y hasta el propio entrenador, con mucho coraje y sinceridad, lo señala cuando dice que está atravesando por “una mala racha”. Además, agregó otro detalle que no había trascendido cuando dijo que ese golpe en la costilla le produjo una fractura y que eso no le permitió atajar con comodidad en el partido que se jugó en Mendoza, cuando por Tomás Giménez (que lo había reemplazado y muy bien ante Central Norte de Salta), debía abonarse la cláusula de 30.000 dólares que fue estipulada entre el club mendocino y Colón para la continuidad del arquero que hoy es suplente.
Esta es una decisión que no es fácil de tomar por parte del Pata Pereyra. Quizás se trate de una simple especulación, pero es muy posible que forme parte de las discusiones en el seno del cuerpo técnico, máxime partiendo de la base que el puesto de arquero está muy bien cubierto en Colón, no sólo por la presencia de Marcos Díaz (más allá de este momento que no es bueno) sino por la de Tomás Giménez, el arquero suplente, que ya desde el año pasado viene demostrando sus muy buenas condiciones
Con información de Radio GOL y El Litoral