Con 282 partidos jugados con la camiseta sabalera (N. de R.: gracias Diego Meloni), el actual presidente Víctor Francisco Godano se sube al podio de los que más jugaron con la camiseta de Colón en toda la historia. Arriba del "Bicho", solamente el inolvidable Esteban Oscar Fuertes (305 planillas las de "Bichi20″) y el querido "Bambi" Araoz con 284. De yapa, abajo de Godano, el incomparable Edgard Fernández (277). Antes de entrar de lleno en mi columna, el simple hecho de teclear estos nombres genera cosquilleo, emoción, historia pura y "saudade". O sea, no hace falta explicar porqué con 282 batallas como jugador, habiendo sido DT y en su segunda etapa como dirigente, Víctor Francisco Godano está más que autorizado para hablar de fútbol con un entrenador o con cualquier futbolista. De tú a tú.
Es el mismo presidente sabalero quien, acompañado por cualquiera de sus vice (Marcelo Negrete o José Luis Martin), no se pierde ninguno de los entrenamientos del equipo de Iván Delfino en el predio deportivo 4 de junio. Está encima del cuerpo técnico y del plantel. Charla con los dos actores al mismo tiempo y dialoga con ambos por separado: DT por un lado y players por el otro. La respuesta a la pregunta madre arranca sola: "El clima de trabajo es buenísimo, no hay un solo roce entre el entrenador y los jugadores". Además de chequearlo, Godano lo ve con sus propios ojos. No se lo cuenta nadie, va a cada práctica. Conclusión 1: no hay problemas de vestuario.
Segundo interrogante, algo que surge naturalmente en el fútbol argentino en cada crisis o bajón de un equipo que arranca matando y después se cae: "¿Los jugadores están al día?"; "¿como están con los premios por partido?"; "¿Está acordado un premio millonario por ascender?". A esa pregunta futbolera que la tribuna traduce con un "Che, ¿no habrá kilombo de guita como pasa siempre…?", el dirigente consultado por este periodista sonríe antes de contestar: "Al plantel lo tenemos al día con los sueldos desde que arrancó la temporada, los premios por ciclos están al día y está todo arreglado acerca del monto que van a recibir por ascender a Colón". Pero, además, amplía la fortaleza de la gestión en un rubro que siempre es demasiado sensible en un club de fútbol: "Además del plantel profesional, tenemos al día a todos los empleados que tiene Colón, lo que incluye todos los entrenadores y PF de las divisiones inferiores, con un abanico que comprende obra social, jubilación y ART". Conclusión 2: no hay problemas de dinero.
Ahora bien, resuelto los dos acertijos más gastados en el fútbol argento (de los creadores de…"hay puterío en el vestuario" y "hay kilombos de guita"), la pregunta en la post mitad de temporada surge natural, entonces: ¿Qué pasa en Colón?. Porque el equipo se fue cayendo en los puntos, en la tabla y en la cancha en sí, por su pérdida de juego para marcar estilo y ganar partidos. Por lo pronto, ni IA tiene la respuesta para esta pregunta.
Los argumentos de "marcamos diferencia de local por el estado del césped y empuje de la gente"; "de visitante, las canchas son un desastre y no se puede jugar"; "nos fueron encontrando la vuelta, nos mira todo el mundo y nos tienen estudiados", son más playitos que una Pelopincho. A esta altura de la competencia, no aplican.
El día del partido en el Grella, donde para variar Colón perdió con Patronato, la televisación de TyC Sports (que tiene sus vestuaristas a nivel campo de juego) hizo pública una supuesta frase en modo queja de Sebastián Prediger a los jugadores de Patronato: "Dejen de pegar, loco, lo único que hacen es tirar patadas desde que arrancó el partido. Jueguen al fútbol". Esa frase, que para nada es un reclamo al querido "Perro" (fue el primero en subirse a un barco al que se sabía que le podía entrar agua en cualquier momento y por cualquier lado), es toda una declaración que grafica uno de los males que tiene Colón y que parafraseando al entrenador, uno podría resumir: "No les gusta el barro; es más les molesta mucho embarrarse".
Claramente a esta altura, cuando la temporada consumió 25 partidos en total, se trata un laberinto de pozos, barros, césped quemado, dimensiones chicas, viento, alambrados pegados y vestuarios amateur, del cual Colón no sabe cómo salir. Jugar en puntas de pie no lleva a nada; tirar patadas a lo loco como hizo Guille, te lleva a la roja directa. Por lo visto, no encontraron la receta.
A propósito del almanaque, vale también preguntarse: ¿qué jugador no jugó en Colón con Delfino desde enero hasta julio?. La conclusión es simple: partidos más partidos menos, todos tuvieron minutos. "Queremos que el equipo se plante 15 metros más adelante", me decía un dirigente antes del partido en Mar del Plata. La seña evidente del entrenador en el Minella, moviendo la mano derecha hacia la izquierda, indicaba eso: ir arriba, presionar alto. Ahora bien, si Delfino pide eso y el equipo queda parado en 75 metros, pasan dos cosas: o hay un mensaje que no llega o hay un mensaje que llega pero no se entiende.
En el fútbol existen, al menos, cinco formas de correr a un entrenador: 1) los resultados negativos; 2) la camarilla de un vestuario; 3) la opinión de toda una CD; 4) la decisión aislada de un presidente (Vignatti tiene un Máster en éso); 5) la opinión de miles de hinchas en un estadio con el griterío final.
Por lo que pudo averiguar este diario, así como Iván Delfino no pensó en renunciar post Aldosivi en Mar del Plata, la actual CD de Colón decidió "no tomar contacto con ningún entrenador" pensando en que algo pueda salir mal el lunes por la noche contra Mitre de Santiago del Estero en el Cementerio de Elefantes.
Sin problemas de vestuario (relación DT-jugadores) y sin problemas de bolsillo (sueldos al día, incentivo por partido acordado y premio millonario por ascender establecido), nadie responde entonces…¿qué es lo que pasa en Colón?. Para tratarse de meseta, bajón o crisis, medio como que se les fue la mano. Una vez más, a la única y verdadera respuesta la tendrán el entrenador junto a los jugadores profesionales de Colón este lunes a las 21.10 contra los santiagueños de Marito Sciacqua. La gente de Colón, además de la categoría, empezó a perder la paciencia.
San Telmo-Aldosivi: en la Isla y sin gente
Aldosivi visitará este miércoles desde las 15 horas a San Telmo, en el partido postergado de la jornada 19 por la temporada 2024 de la Primera Nacional. El domingo 9 de junio, el cotejo ni siquiera comenzó ya que una bomba de estruendo explotó en la puerta el vestuario del "Tiburón" e hirió al director técnico, Andrés Yllana.
En aquel entonces, Aldosivi estaba peleando en la parte alta de la tabla, y mantuvo su buen andar en el mes y medio posterior para hoy ser puntero en soledad tras la victoria 1 a 0 sobre Colón de Santa Fe, el domingo en el Minella.
El triunfo le permitió al elenco marplatense llegar a 44 unidades y superar por una a San Telmo, su rival de esta tarde. El local, debido a la agresión al vestuario del "Tiburón", sufrió el descuento de tres.
Aldosivi y San Telmo completarán sus 25 partidos y una victoria del elenco del Puerto le dará una ventaja de cuatro puntos, lo que significará que después de la jornada 26 se mantendrá en la cima sí o sí.
El lunes a las 19.10 horas, Aldosivi visitará a Estudiantes de Río Cuarto en partido televisado por TyC Sports. Otro dato importante es que jugará con el resultado puesto de todos los competidores, salvo Colón que se medirá desde las 21.10 con Mitre de Santiago del Estero en el mítico Cementerio de los Elefantes.
"Por Darío Pignata para Radio GOL y EL Litoral"