Ya muchos escribirán y se ocuparán de cómo Colón quedó casi afuera de la clasificación a la próxima fase de la LPA. Pero muy pocos analizarán el saldo que arrojó, para mí el empate fue otra dura derrota del sabalero, el partido frente al “equipito” pincha.
Se encendieron las alarmas en el comienzo de la segunda parte: retiran lesionado a uno de los últimos cracks del “Negro”: El de Simoca, Luis Miguel Rodríguez. El peor de los diagnósticos y tendrá que estar afuera de las canchas casi dos meses.
Paralelamente y vaya coincidencia, 72 horas antes se confirmó la seria sugerencia médica al Presidente Campeón: José Néstor Vignatti. Como sabemos se sintió mal y concurrió a la guardia del Cullen. Tras ser revisado lo trasladaron al Sanatorio Santa Fe, después de completar los estudios, se conoció la determinación contundente de los especialistas: Tendrá que bajar los cambios e indicaron también una licencia de sesenta días.
Ante éste panorama, se complica el futuro deportivo. Con un técnico que está más cerca de irse y la ausencia de uno de sus jugadores clave. Al Cuerpo Técnico le queda sólo el salvavidas de la Libertadores.
Pero también queda y con las disculpas al los integrantes del resto de la CD: Acéfalo en la conducción. Esto de acuerdo a las características de la personalidad del exitoso Presidente. Nadie toma una decisión sin ser visto el tema por José. Y esto es así. Si alguno no está de acuerdo con éste concepto póngase en contacto con el que firma ésta columna y lo debatimos.
Dicho y analizadas las dos ausencias vale la pregunta del millón: Cuál de las dos es más importante para la salud del Club?.
Si, ya lo sé, las dos, me van a decir y sostengo lo mismo. Pero insisto, entre las dos ausencias hay una que para mí es la más trascendente: La del conductor administrativo. Porque al igual que el peronismo su Caudillo no dejó herederos. El deporte va y viene, son hechos absolutamente transitorios. En cambio las decisiones políticas siempre son trascendentes.
