Después de más de un siglo y no con poco sacrificio se logró La Primera Estrella. El tan esperado título de Campeón del Fútbol Argentino. Pero a renglón seguido, me pregunto: los mismos responsables habrán entendido su significado…o no?. Pareciera que no. Porque a doce meses de aquella epopeya se está rifando el prestigio.
Partidos que se juegan como si fueran amables amistosos, sin dientes apretados. ¿Hoy cualquier puede calzarse la pesada rojinegra?
Enfrentar a Colón ya no significa una gran dificultad. Vienen al Cementerio de los Elefantes y se llevan todo.
¿Dónde quedó la “mística” de la hinchada? Dios quiera que el miércoles frente a Talleres me tenga que morder la lengua. Y lo haré con gusto si esa reacción que busco aparece.
En la vida no se puede ser tan tibio. Yo no veo quién se la juegue en el mundo del que fue justiciero Campeón hace un año. Ver a chicos de las canteras que debutan sin ser protegidos da, sinceramente, mucha pena.
La sangría no debió tomar de sorpresa a nadie. En la temporada anterior cuando se realizó la inversión el retorno fue muy satisfactorio. Pero los que tienen el resorte de manejar las finanzas no lo entendieron y se están pagando las consecuencias.
Un amigo futbolero, empresario exitoso, me dijo y me quedó grabado para todos los tiempos: “En salud y fútbol, si la tenes (a la plata) PONELA”.
Verlo en el Malvinas Argentinas a los chicos aguantando frente a un equipo que hoy está descendiendo fue doloroso.
Reaccionen pf. El sacrificado hincha de Colón se los agradecerá.