El 25 de agosto de 2001, la tarde-noche en el Brigadier se suponía que iba a ser una fiesta. Colón recibía a Nueva Chicago en la reinauguración de su estadio por el torneo Clausura de ese año. Allí, sucedería algo que quedó en la memoria de todos los simpatizantes sabaleros: tras marcar el gol que abrió el marcador, Gabriel Migliónico recibió un golpe en la cabeza y quedó tendido de manera instantánea, preocupando a propios y extraños. El partido fue suspendido a los pocos minutos, a pesar de que el jugador recuperó la conciencia, fue trasladado al hospital inmediatamente y se recuperó con normalidad.
Hoy, en el día en el que Colón vuelve a enfrentar al Torito de Mataderos, Gabriel Migliónico tuvo la gentileza de atender a Radio Gol y habló sobre el presente de Colón, el descenso y, como no, del episodio que, cuenta el ex-jugador, no recuerda nada. Con emoción, recuerda el afecto de la gente de Colón desde lo narrado pero también por lo que generó desde lo futbolístico. Escuchá la entrevista completa.
Palabras destacadas
"De ese día no recuerdo nada, aunque me encantaría porque era una fiesta lo que se estaba viviendo. Vi un video hace unos días lo que era el estadio el día que se reanudó el partido y era maravillosa la pasión de la gente. No la pude disfrutar el primer día porque me acuerdo la noche anterior y después cuando me desperté en el hospital".
"Dicen que yo tenía conciencia cuando salí del estadio, pero las primeras imágenes que yo tengo son con mi señora acompañándome en el hospital. Me decían: ‘quedate tranquilo que fue gol’ porque yo había preguntado, pero eran las 3 de la mañana. Seguro dije algún disparate, ja".
"Fue un momento difícil para todos los que estaban en el estadio. Era un partido televisado, estaba mi familia. Sobre todo fue complicado para el resto porque yo estaba inconsciente. Agradecerle a Velázquez que me ayudó, a la gente de Chicago que estuvo a disposición. Me han tratado de gran manera, me han regalado camisetas, shorts, de todo. De la gente de Colón ¿qué puedo decir? En todo momento estuvo a mi lado, me han llevado biblias, estampitas. Una señora me dijo al año que le había puesto Gabriel al hijo por mí".