En un partido marcado por el duelo físico y los constantes cortes arbitrales, Cerro Porteño y Peñarol no se sacaron ventaja e igualaron sin goles en la ciudad de Montevideo. El Ciclón intentará sellar su clasificación a octavos en la última fecha, pero ya consolida competencia internacional para el próximo semestre, asegurando el tercer puesto del grupo en el peor de los casos. Contra los planes previos, Cerro Porteño tuvo un mejor arranque que el equipo local, presionando en la zona alta del campo de juego, mientras Peñarol no lograba un juego fluído y le costaba asumir el protagonismo inicial.
El factor climático empezaría a ser determinante en el partido, debido al fuerte viento que iba a distorsionar la trayectoria del balón. De hecho, Cerro Porteño encontró su primera llegada con complicidad del aire, tras despeje del rival que cambia de trayectoria en el área. Se percibía un partido muy cortado por faltas, donde los choques y enfrentamientos personales se empezaban a imponer, creando ciertas rivalidades entre los protagonistas. No se producían tantas llegadas y tampoco había una superioridad marcada. No era el mejor de los espectáculos.
Peñarol empezaba a crecer en el partido, sin tanta claridad en su juego, pero había conseguido llegar al protagonismo producto de la insistencia. La defensa de Cerro sufría algún que otro desajuste no forzado, el viento dificultaba todo accionar de la defensa. El primer tiempo bajaba el telón y los equipos se iban a vestuarios, dejando un amplio e imprevisible mar de posibilidades para el segundo tiempo.
El inicio de la complementaria arrojaba a un Ciclón más incisivo, hilvanando un par de llegadas con las proyecciones de sus laterales. Había una actitud distinta, los habilidosos empezaban a marcar la diferencia, en las contadas pelotas que recibían. El partido vería la situación más clara sobre el minuto 65′, cuando el árbitro sancionó un dudoso penal por un agarrón de Alan Rodríguez en el área. Pablo Ceppelini se iba encargar de la máxima pena y la iba a mandar arriba y afuera, representando un aluvión de tranquilidad para los azulgranas. Nuevamente entraban en acción las faltas y el juego cortado, el partido se llenaba de amarillas. Peñarol entendía que estaba quedando afuera de la Copa y cada vez incidentaba más el partido, sin dar lugar a los efímeros ataques azulgranas. Y la realidad es que estaba más cerca un expulsado en el partido, que un gol. Peñarol tenía la intensión de ir para adelante, pero simplemente no tenían claridad; por su lado, Cerro encontraba espacios sin poder resolverlos de la mejor manera.
Ambos entrenadores denotaban las ambiciones de cada equipo. Larriera metía a toda la artillería en ofensiva, mientras francisco arce permitía el ingreso de defensores. cerro porteño a tratar de aguantar, Peñarol con todo por la épica; esa la crónica de los minutos finales. llegó la conclusión del partido y derivó en el empate definitivo, cerro porteño rescata un importante empate en Uruguay que lo deja con posibilidades latentes de cara a la última fecha; quedando en la punta del grupo g con 8 puntos y a la espera de lo que haga mañana Colón ante Olimpia. por su parte, Peñarol queda eliminado de la Libertadores y está obligado a derrotar al sabalero en la última fecha para soñar con la Sudamericana.
Fuente: ABC Color