"No vino porque siempre dice que se ve muy lejos en el Estadio Córdoba (ahora Mario Kempes) y no le gusta esa cancha por la distancia que hay de los Palcos al campo de juego"…"No vino porque prefiere seguir las gestiones desde Santa Fe y salir para Buenos Aires a primera hora"…"No vino porque no quería discutir con Falcioni, ya que no le gustó que el DT en el último partido hizo pública la lista de los jugadores que fueron señalando en este mercado pero que no llegaron todavía como refuerzos…". Todas las versiones son posibles y todas no dejan de ser éso: versiones, sólo versiones.
Lo que nadie puede negar es que fue toda una rareza que Colón juegue el partido más importante de los últimos meses en el plano internacional sin la presencia de José Néstor Vignatti. Mucho más justo cuando el Sabalero, en la suma de todas las competiciones de Conmebol, llegó al juego oficial número 50 en el plano internacional. Y si alguien, claramente, merecía ser señalado como responsable de este medio centenar de planillas Conmebol para el Club Atlético Colón de Santa Fe, ése dedo tenía que terminar en la figura de José Néstor Vignatti.
Lo concreto es que Colón, con esa piedra fundacional en el Estadio Nacional de Santiago, contra la "U" de Chile, inició un camino que pocos imaginaban. Llegó a jugar los cuartos de final de la Copa Libertadores 1998 con el "Profe" Córdoba (quedó eliminado a manos de River) y hace poco en el almanaque fue uno de los dos animadores del nuevo formato de Final Única de la Copa Sudamericana 2019, con el recordado "tormentón" de La Olla en Asunción del Paraguay, perdiendo el mano a mano con los ecuatorianos de Independiente del Valle. Ahora, si logra enterrar a Talleres dentro de una semana en el Cementerio de los Elefantes, habrá igualado con Falcioni la marca del ’98 con Daniel Antonio Córdoba.
Fueron 6 juegos en la ya desaparecida Copa Conmebol 1997; 10 partidos en la recordada Copa Libertadores 1998; 4 partidos más en la Copa Sudamericana 2003; en el 2010 jugó el pase a grupos o Pre-Libertadores con 2 partidos frente a los chilenos; en la Copa Sudamericana 2012 acumuló otros 4 partidos; en la Copa Sudamericana 2018 agregó 6 partidos; en la recordada Copa Sudamericana 2019 los 11 partidos con Pablo Lavallén; finalmente en la actual Copa Libertadores de América 2022, son 7 partidos con este primer mata-mata frente a Talleres por octavos de final en el Mario Alberto Kempes.
En la sumatoria de competencias, Colón colecciona 19 juegos de Copa Libertadores, 6 de la desaparecida Conmebol y 25 de la Copa Sudamericana: ganó 21, empató 9 y perdió 20. Hasta que se dejó empatar con la "T" en un Mario Alberto Kempes donde empezaba a bajar el murmullo cordobés, estaba rompiendo dos marcas: por un lado, nunca pudo ganar un partido de visitante en la Copa Libertadores de América, ya que los siete que ganó fueron todos en el Brigadier López (tiene tres empates y nueve derrotas); por el otro, hace 20 años que no ganaba en ese recordado escenario de los famosos penales contra Banfield en 1993. Su último grito allí había sido el 5 de mayo de 2002, con un 3-0 a Talleres con dos goles del "Toro" Claudio Graf y otro de César Carignano. A futuro, dos materias pendientes: ganar en el Kempes y clavar el primer grito como visitante en la Libertadores.
Méndez (libre de Talleres), el "5″ colombiano Perlazza (el secretario técnico habló a Colombia y recibió las mejores referencias) y el conocido "Boconcito" Torres (está en Sarmiento de Junín) son algunas de esas gestiones que está siguiendo Vignatti. Esas tres trascendieron; otras varias (¿un zaguero?) están ocultas en este complicado mercado de invierno.
Lo concreto es que Colón apagó las 50 velitas en el campo internacional de Conmebol en este juego de ida por octavos de final ante Talleres. El punto no deja de ser un negocio interesante para definir la llave en casa. La rareza es que, de manera sorpresiva, al festejo del medio centenar de batallas sabaleras internacionales, faltó el dueño de la torta en Colón.