Una vez confirmada la ausencia de Franco Armani en la lista de convocados de River para enfrentar a Colón, no quedaron dudas de que Ezequiel Centurión iría como reemplazo principal para custodiar el arco del Millonario. El arquero de 26 años volverá a ser titular luego de algunos meses debido a la baja del Pulpo, quien no viajó a Santa Fe porque había disputado la fecha FIFA con la Selección Argentina y recién había llegado al país el miércoles por la mañana. Sin embargo, el habitual suplente conserva números positivos que ilusionan a la Banda de cara a la novena fecha de la Copa de la Liga.
El último partido del golero de Cipolletti fue frenético. Ocurrió en la jornada 27 de la pasada Liga Profesional, también en la provincia de Santa Fe. El equipo de Demichelis ya se había coronado campeón la semana anterior contra Estudiantes de La Plata y visitaba a Rosario Central con un once completamente alternativo pensando en cuidar nombres para la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores versus Inter de Porto Alegre.
Aquella noche culminó con un vertiginoso empate 3-3, gracias a un gol agónico de Pablo César Solari. A pesar del amplio resultado, Centurión no tuvo responsabilidad directa en ninguno de los tantos y hasta se lució atajando un cabezazo fulminante de Alejo Véliz.
La valla de Centurión fue vulnerada pocas veces en sus nueve encuentros. En total le metieron siete goles, menos de uno por duelo. Se fue invicto frente a Colo Colo, Defensa y Justicia, en dos ocasiones, Barracas Central, Patronato (luego perdería 6-5 en penales en la Copa Argentina del año pasado) y Racing de Córdoba. Por otra parte, no pudo evitar las anotaciones de Platense, Talleres y el Canalla. Más esperanzadores son sus números cuando se pone la lupa en los resultados que obtuvo el Millo: apenas cayó en uno durante los 90 minutos (0-1 contra la T en el Monumental, por la Liga Profesional 2022).
Probablemente, su actuación más recordada fue ante el Cacique de Chile, durante la fecha cinco de la pasada Libertadores. El ex-Estudiantes de Buenos Aires tapó un remate de cabeza de Juan Martín Lucero después de estirarse de forma magnífica cuando el resultado ya estaba definido en favor del cuadro de Núñez con un 4-0 irreversible. Sin embargo, la intervención ameritó el aplauso del Estadio Monumental, que esta tarde lo apoyará desde la distancia.