Se cumplen 30 años del fallecimiento de Carlos Monzón, uno de los boxeadores más representativos en la historia argentina. El santafesino, nacido el 7 de 1942 en Santa Rosa de Calchines del Departamento de Garay, tuvo una vida deportiva y mediática, que terminó en la cárcel.
Se consagró como campeón mundial de peso mediano en 1970, título que retuvo hasta su retiro en 1977. Los prestigiosos medios de boxeo lo posicionaron entre los púgiles más destacados de todos los tiempos y en 1990 ingresó al Salón Internacional de la Fama de Boxeo.
Cuando era niño, su familia se mudo a la ciudad de Santa Fe, dejó la primaria para trabajar y ayudar en su casa. Luego se sumó a practicar boxeo en Unión pese a que era hincha de Colón. Su primer combate como amateur fue en octubre de 1959 y en febrero de 1963 tuvo su debut como profesional: derrotó por nocaut a Ramón Montenegro.
En febrero de 1966 fue campeón de peso mediano de Santa Fe y en septiembre del mismo año se consagró como campeón argentino tras vencer a Jorge Fernández en un combate celebrado en el Luna Park.
Luego, Monzón se dedicó a construir su propia casa y en 1970 continuó en el boxeo, pero en el plano internacional. En ese año noqueó a Nino Benvenuti y extendió una racha imbatible hasta su retiro en 1977.
Luego de su etapa como profesional, en 1981 se casó con Alicia Muñiz con quien tuvo un hijo, Maximiliano. En 1988 golpeó salvajemente a su esposa luego de una discusión, la tiró del balcón y se lanzó sobre ella, provocando su muerte.
Monzón fue declarado culpable de homicidio simple y fue condenado a 11 años de prisión. Pasó por las cárceles de Batán, Junín y Las Flores. En 1995, cuando atravesaba la etapa final de su condena, recibió el permiso para realizar salidas transitorias para trabajar. Allí fue cuando tuvo un accidente automovilístico fatal en el paraje Los Cerrillos en el que el auto mordió la banquina, dio casi siete tumbos, sobrepasó una zanja y luego detuvo su marcha.
Fuente: Doble Amarilla
