Si bien en la tabla de posiciones y en su lucha para escaparle al descenso el triunfo de Banfield contra Instituto en Córdoba tendrá un valor de tres puntos, la victoria significó mucho más que eso, principalmente por la actuación del arquero Facundo Cambeses, quien había sido el salvador del equipo de Falcioni durante todo el partido y terminó metiendo el pase que generó el gol agónico del pibe Rivera con un saque de manos desde su arco. Además, antes de ese final de película, la figura del Taladro había sufrido un terrible golpe en su cabeza que lo dejó inconsciente en el piso y se negó a ser reemplazado con un llanto desconsolado porque quería seguir en la cancha. Impresionante.
El arquero de 26 años que tendrá que competir por el puesto nada menos que con Marcelo Barovero tuvo dos tapadas fenomenales en el primer tiempo (un cabezazo bajo contra el palo izquierdo de Graciani y un bombazo de tiro libre de Acevedo) y la segunda mitad volvió a salvar a Banfield en un cabezazo de Martínez adentro del área chica. Pero la escena que mejor refleja la heroica actuación de Cambeses fue que decidió seguir en la cancha como un niño desconsolado después de sufrir un golpe terrible en su cabeza que generó un enorme susto en el árbitro Andrés Merlos, que se acercó a tocarle la cara y llamó a los médicos con urgencia porque Facundo estaba desmayado en el césped.
La falta de precaución del cuerpo técnico de Banfield fue preocupante, porque tanto el médico como el árbitro coincidieron en que el arquero estaba "perdido" y que debía ser reemplazado. Sin embargo, llorando desesperádamente Cambeses le rogó a Falcioni que lo dejara en el arco y el ayudante de campo Omar Píccoli le aseguraba al DT que "me responde todo bien, está consciente".
El final de la película que había entrada en escenas dramáticas fue emocionante. Porque el golazo del pibe Rivera a los 48′ se inició con un pase desde del arco de Cambeses con su mano derecha que habilitó al picante juvenil para que él también derramara una catarata de lágrimas de felicidad por su primer gol en Primera.
El otro partido
Con un sistema espejo al clásico 4-4-2 del Banfield de Falcioni, el equipo de Dabove impuso las condiciones desde el comienzo favorecido por la postura defensiva del Taladro es pos de lograr el objetivo de volverse de Córdoba con algún punto para no seguir cayendo en la tabla anual que lo amenaza con el descenso, ya que vistitó a Instituto con una diferencia de apenas tres unidades más que Gimnasia, que en este momento está perdiendo la categoría junto con Arsenal, condenado por el promedio.
La triangulación entre Lodico, el motor de La Gloria, con Acevedo y Cuello en la banda izquierda más la potencia ofensiva de Martínez, el local se adueñó de la pelota y superó el 70% de posesión en el primer tiempo, aunque se topó con la solidez y los reflejos de Cambeses. En cambio, en los primeros 45′, el equipo de Falcioni pateó una sola vez al arco y casi no pisó el área rival.
El Taladro salió al segundo tiempo como una tromba y apenas movió del medio Aleman metió un derechazo que Roffo alcanzó a desviar con los dedos de su mano derecha y el travesaño mandó la pelota al corner. Al minuto siguiente, el arquero que aún no recibió goles en la Copa de la Liga volvió a salvar al equipo de Dabove con otra tapada bárbara en el ángulo superior izquierdo. Nada más que eso había atacado el equipo de Falcioni hasta la emotiva jugada del final que le dio tres puntos de oro para seguir en Primera, pero sobre todo ratificó que Cambeses es un arquero que merece seguir siendo el dueño del arco de Banfield.