A más de tres semanas de su internación tras dar positivo en COVID-19, Víctor Hugo Morales contó que el lunes dejará la terapia intensiva y pasará a una sala general. El periodista evoluciona favorablemente de un cuadro de neumonía bilateral ocasionada por la enfermedad y se espera que en las próximas horas deje de utilizar un respirador. “Si Dios quiere, en una semana o cinco días voy a estar en casa”, aseguró en diálogo con C5N.
Ante este panorama alentador, el histórico relator agradeció la atención que recibió en el Sanatorio Los Arcos desde que ingresó el 23 de marzo: “Fue muy angustiante, una neumonía muy severa. De esas que pueden costarte la vida. He tenido que consumir muchísimo oxígeno, todavía lo estoy haciendo. Ha sido tan grande el esfuerzo de los médicos y los enfermeros que mi gratitud no puedo ponerla en palabras”.
Durante la charla, Morales describió algunas de las secuelas que le ha dejado la enfermedad: “Guardo una gran angustia porque esto podría haber sido evitable para miles de persona. El deterioro que deja el COVID-19 es impresionante. Veo a mi cuerpo muy envejecido, el virus te tira para abajo. Ha sido una experiencia muy dolorosa y traumática”. Y agregó: “Tengo que hacer una recuperación muy intensa”.
Por otra parte, quiso remarcar cuán importante fue que la sala de terapia intensiva estuviese provista de todos los elementos necesarios para afrontar su tratamiento. “Hay todo tipo de oxigeno según lo que estés necesitando. Constantemente está entrando alguien con distintos medicamentos”, destacó del personal de salud.
En ese sentido, distinguió la gran labor de quienes lo han atendido: “Si todo esto termina como pienso va a ser una posibilidad para recordar lo humano, todo lo que los enfermeros me han dado. Es inadmisible que ellos no tengan un rango profesional, son el alma del cuadro”.