La llegada de la nueva ola parece inminente en Argentina y comienzan a aparecer las problemáticas que ponen las alarmas en el Gobierno Nacional. Existe una cantidad próxima a 30.000 habitantes del país que se encuentran en el exterior y que deben volver en este contexto de nueva cepa.
Gran variedad de funcionarios evaluaron la situación y se buscará "desalentar" la migración como nuevas medidas, reduciendo la circulación. Hasta la fecha no existen personas varadas en otros países, se permitirá su vuelta, pero se buscará administrar los vuelos para no producir una concentración de individuos.
También se buscará reforzar la seguridad de las fronteras para disminuir el tránsito con los países limítrofes. Con esto, el Gobierno alentará a la gente a que se abstenga a salir del territorio nacional.
Desde diciembre del año pasado, solo pueden ingresar al país argentinos, residentes o personal esencial, mientras que continúa habilitado el comercio internacional con los países limítrofes.