El 30 de abril terminó de armarse el Hospital Militar de Campaña para oficiar como brazo del Hospital José María Cullen. Tras tres meses de funcionamiento, las autoridades del nosocomio destacan la importancia que ha revestido para la estructura sanitaria. Tal es así que, siendo 4 de agosto, se encuentra con ocupación completa. Ante esto, por el momento se descarta que pueda desarmarse.
Juan Pablo Poletti, director del Cullen, recordó cómo surgió la idea. "La verdad que fue algo que se pensó en el interior del Hospital y a partir de la idea que surgió, se plantearon reuniones. La ministra lo vio como proyecto ambicioso para garantizar la atención de todos los santafesinos: se planteó a nivel gobernación, a nivel Ministerio de Defensa y hoy, con el diario del lunes, se agradece la colaboración. Incluida la Municipalidad, permitiendo cortar Avenida Freyre y lo que eso significa para los ciudadanos. Con el diario del lunes, es una realidad que ayudó muchísimo al funcionamiento del hospital".
En cuanto a su funcionamiento, explicó: "empezamos por mayo con derivación de a poco para ver el funcionamiento de la carpa. No se había estrenado y teníamos que ver las contingencias ante el clima. Se fueron adoptando las cosas para darle la mayor calidad posible: agua caliente, baño químico con duchas, un cerramiento a los baños para que queden integrados a las habitaciones y se fueron diagramando las logísticas sobre qué pacientes convenía internar en la carpa debido a que son peines con diez camas y, ante un caso sospechoso, había que aislar todo el peine".
"Hoy estamos sin camas en la sala militar, como le llamamos nosotros, con un 100% de ocupación. La semana pasada teníamos dos camas libres pero durante todo julio estuvo entre un 90 y un 95% de ocupación", añadió Poletti.
En cuanto a los tiempos en que estará montada la estructura, el director del Cullen señaló que "la decisión de levantarla irá de la mano con desarmar todo lo que tuvimos que hacer en el interior del hospital. El pabellón de sala 7, con 23 camas generales, fue cerrado y trasnformado en una UTI con ocho camas: ahí se perdieron 23 camas generales. Si hoy no se desarma esa terapia y desarmamos el Hospital Militar, el hospital va a quedar con 23 camas menos cuando tenemos un 95% de ocupación cosa que no sería posible".
"Por el momento, la orden es no desarmar nada. Esperar la variante Delta a ver qué consecuencias trae hacia la estructura sanitaria, ver cómo progresamos con las segundas dosis y, a partir de ahí, que la variante Delta pase por el costado y no tengamos que internar masivamente pacientes", cerró Poletti.
Fuente: Telefe Santa Fe.